Las enfermeras desarrollan las estrategias clave para evitar las caídas entre los pacientes hospitalizados

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El Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) y el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid) han promovido la III Jornada Nacional de Caídas, donde a través de las experiencias de los investigadores y los hospitales participantes en el estudio INCAHES, se han presentado las estrategias clave para evitar este problema que causa diferentes lesiones y problemas de salud entre la población hospitalizada que van desde contusiones, laceraciones o esguinces, hasta las más graves como fracturas, traumatismos o incluso la muerte.



Durante las jornadas han recordado que la tasa de caídas varía en función de la complejidad de los centros y las características de la persona afectada; asimismo aproximadamente el 50% de las personas mayores que han sufrido una caída vuelve a caerse en el mismo año, lo que da una idea de su recurrencia en este grupo poblacional, porque esta situación no solo afecta a lo físico, sino también a lo emocional, como a la pérdida de confianza.



Y al menos una de cada cinco requiere atención sanitaria, y el diagnóstico de fractura se produce en uno de cada diez casos, lo que se calcula, que supone un gasto de unos 30.000 millones de euros en España. Además, las caídas hospitalarias constituyen un evento adverso que complica drásticamente la evolución del paciente y que puede alargar su estancia en el centro.



"Resulta fundamental que, como enfermeras, creemos un entorno seguro de prevención y concienciación donde implantemos medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y a su vez reduzcamos la carga asistencial", afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.



Con el objetivo de mejorar las estrategias asistenciales nace el proyecto INCAHES, que "desvelará las causas y medidas preventivas que podemos adoptar para facilitar la vida de los pacientes, mejorar su estado de salud y evitar problemas mayores. Esto solo se puede hacer invirtiendo en investigación, que es la única vía para crear estrategias sostenibles y eficaces para aplicar en el entorno sanitario", señala Raya.



"La figura de la enfermera de investigación es muy relevante para la producción de resultados enfocados a la mejora de los cuidados en enfermería. De hecho, el papel de las enfermeras en el Proyecto INCAHES ha sido fundamental, ya que ellas son las encargadas de los cuidados y las que mejor conocen el entorno del paciente, por lo que su papel ha sido clave tanto en la recogida de datos como en su análisis y procesamiento", ha señalado M.ª Ángeles Gómez González, directora de Enfermería del Hospital Príncipe de Asturias.



FACTORES DE RIESGO


Una caída es un evento crítico que genera un gran impacto físico y emocional. Quienes la experimentan sufren como consecuencia inseguridad, miedo extremo a las caídas -también conocido como basofobia- y en muchos casos, pérdida de autonomía. A pesar de que el proyecto INCAHES todavía se encuentra en fase de análisis, ya se pueden conocer algunos factores que provocan estos trágicos episodios.



Las estancias prolongadas, las pluripatologías que presentan los pacientes, el envejecimiento o los turnos de trabajo nocturnos son algunos de los factores considerados de alto riesgo en más de la mitad de la muestra. "Las estrategias a adoptar van a estar condicionadas por los resultados obtenidos, tanto a nivel de implementación de recomendaciones nacionales como a nivel de elaboración de las siguientes líneas de investigación", explica Mª Victoria Soriano, supervisora de Formación Continuada del Hospital Príncipe de Asturias y una de las investigadoras principales del estudio INCAHES.



La evidencia científica refleja otros factores potenciales que van desde la edad avanzada, la pérdida de la capacidad cognitiva, padecer depresión, el consumo de más de dos fármacos o la disminución de fuerza o equilibrio y la marcha con ayuda técnica, entre otros. "Una de las causas principales de las caídas, un factor extrínseco, es la falta de calzado o la existencia de calzado inadecuado en los hospitales. Una de las soluciones que hemos implementado para su abordaje es la incorporación de calcetines antideslizantes", afirma Ana Solanes, enfermera referente de seguridad del paciente en el Hospital Comarcal de la Selva (Girona).



Más allá de la excelencia técnica, los profesionales sanitarios, así como las organizaciones, cada vez ponen más en el foco la importancia de la experiencia del paciente, especialmente ante un evento tan adverso como es una caída, que requiere de un análisis profundo. "Estamos viviendo un cambio de paradigma. En las organizaciones con cultura de calidad y seguridad del paciente una caída se considera un evento del que aprender. Sin duda, la forma en que el sistema sanitario responde influye directamente en su percepción: rapidez en la atención, empatía del personal, información clara y apoyo emocional son claves para mitigar el impacto negativo", asegura Antonio Pérez, subdirector de Enfermería de Atención Primaria, Calidad y Seguridad del Paciente de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara (Sescam).



PROTOCOLOS, MEDIDAS PREVENTIVAS Y FORMACIÓN CONTINUA


Durante la III Jornada Nacional de Caídas diferentes expertos han mostrado sus estrategias y soluciones innovadoras para la prevención de caídas en centros sanitarios y, en consecuencia, para evitar lesiones, tanto en pacientes como en profesionales, algo que se produce especialmente durante cualquier movilización. "Las soluciones de movilidad seguras son un conjunto de técnicas de movilización basadas en principios ergonómicos y en el uso adecuado de productos de apoyo, como grúas, bipedestadores o sábanas deslizantes", asevera Sofía Fuentes, enfermera y especialista clínica en soluciones para la movilidad segura del paciente.



"Ante el envejecimiento poblacional y el aumento de la cronicidad, estandarizar los cuidados resulta esencial para mejorar los resultados en salud. Esto implica seleccionar el equipo más adecuado en función de las necesidades y la capacidad funcional de cada paciente, y garantizar que las técnicas empleadas sean seguras y eficientes. Por ello, invertir en formación continua es clave para asegurar que los profesionales se mantengan actualizados en los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para aplicar correctamente estas soluciones", afirma.



Por su parte, Melba Estupinán, subdirectora de cuidados del Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín y directora del departamento de Enfermería de la Universidad Fernando Pessoa (Canarias), asegura que las estrategias innovadoras desarrolladas para la prevención de caídas responden a una visión global y multidisciplinar.



"Hemos implantado un modelo multifactorial que combina tecnología avanzada, rediseño de procesos clínicos y formación para un cambio cultural en seguridad. Entre las iniciativas tecnológicas destacan el registro a pie de cama y sensores de presión para detección precoz de movimiento. Asimismo, se ha trabajado intensamente en la formación de los profesionales y el desarrollo del liderazgo clínico, elementos clave para consolidar una cultura de seguridad del paciente", continúa.



"Un aspecto diferencial del proyecto es la participación activa del paciente y su familia, integrándolos en la formación para el autocuidado y la adquisición de competencias. Los beneficios ya son visibles en mejores resultados clínicos, disminución de la variabilidad, mayor adherencia a la práctica basadas en la evidencia, y un entorno asistencial más seguro", concluye.




europapress