MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) - La Fiscalía Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) ha señalado que el principal sospechoso del último escándalo de corrupción que afecta al Gobierno de Volodimir Zelenski, el empresario Timur Mindich, se sirvió de su estrecha relación con altos cargos, como el secretario del Consejo de Seguridad, Rustem Umerov, para lograr "importantes sumas de dinero" a través de contratos públicos.
Mindich, cofundador del estudio Kvartal 95 que encumbró a Zelenski como comediante, está acusado de crear y liderar una organización criminal para lavar dinero obtenido de mordidas, así como de influir en varios altos cargos del Gobierno para lograr esos contratos públicos con los que mercadeaba.
Este nuevo escándalo de corrupción en el seno del Gobierno ucraniano tiene como epicentro la compañía estatal de energía Energoatom, a través de la cual Mindich, sirviéndose de su relación con el entonces ministro de Energía, German Galushchenko, controlaba junto a él negocio de los contratos del sector.
La denuncia de la Fiscalía apunta que Halushchenko, después reubicado como ministro de Justicia, se benefició personalmente de la influencia de Mindich sobre el presidente Zelenski. Tanto él como su sucesora al frente de la cartera de Energía, Svitlana Hrinchuk, han dejado sus cargos tras destaparse el caso.
Para controlar y blanquear estos fondos millonarios, Mindich creo una organización criminal, detalla la denuncia desglosada por varios medios ucranianos, para la que reclutó a varios empresarios y altos cargos del Ministerio de Energía.
El grupo cobraba sobornos de hasta un 15 por ciento a los contratistas de Energoatom a cambio de licitaciones públicas, que incluían contratos para fortificar las defensas de las centrales e infraestructuras energéticas ucranianas, objetivo constante de los ataques de las fuerzas rusas.
Asimismo, Mindich intentó utilizar su relación con Umerov para lograr que la cartera de Defensa se hiciera con la compra de un lote de chalecos antibala que no habían pasado los controles de calidad, en un intento por obtener un supuesto soborno de quien los suministraba, sin que finalmente se llevar a cabo la entrega.
Mindich y el empresario Oleksandr Zukerman, otro de los principales implicados, están en paradero desconocido, si bien se cree que pudieron abandonar Ucrania antes de que la Fiscalía hiciera pública la investigación de la llamada operación 'Midas', por la cual se movieron de manera ilegal unos cien millones de dólares.
Se trata del mayor escándalo de corrupción en el Gobierno ucraniano desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, si bien durante este tiempo se han destapado otras tramas como la que implicó al Ministerio de Defensa en 2023.