Informe Macroeconómico Coyuntural agosto, septiembre y 1ª quincena de octubre 2025

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Victor Salas

En este IMC se observa que, en los meses de agosto y septiembre, nuestra economía ha seguido estable, aunque en bajos niveles de crecimiento durante los meses recientes, como lo indican los últimos datos disponibles del IMACEC, 0,5% anualizado, en agosto 2025, en que se redujo la actividad productiva desde el 1.4% de julio, lo que fue causado principalmente por la caída del sector minero (-8,6%), lo que fue compensado por los aumentos de los servicios (+2,4%) y el comercio (+3,9%). En términos desestacionalizados, la actividad económica registró una disminución del 0,7% respecto a julio de 2025. Pese a todo, se estima que el PIB anual de 2025 crecerá, en el mejor de los casos, alrededor de 2,4%, cifra que quizás, entonces, hoy sea una buena noticia, lo que podría ser mejor para el próximo año, por las expectativas políticas de cambio de gobierno.


La inflación anualizada llegó a 4,0% en agosto y todos nos alegramos, pero en septiembre subió a una tasa anualizada de 4,4%, señal de que ha sido difícil conseguir la convergencia hacia la meta (de 3%) del Banco Central. El resultado refleja un repunte moderado de los precios tras la estabilidad observada en agosto, impulsado principalmente por alzas en alimentos y bebidas no alcohólicas (+0,8%) y en recreación, deportes y cultura (+1,3%), compensadas parcialmente por la caída en información y comunicación (-0,2%). La inflación subyacente en agosto, medida como el IPC sin volátiles o sin alimentos y energía, también anotó un aumento mensual de 0,4%, lo que indica que la presión inflacionaria responde tanto a componentes transitorios como a factores de mayor persistencia. En septiembre 2025, el comportamiento conjunto del IPC general y del IPC subyacente sugiere que, aunque la tendencia deflacionaria se mantiene vigente, persisten presiones internas asociadas a bienes básicos y servicios sensibles a la demanda, reflejando una normalización más lenta de la inflación núcleo. Tal vez, con los efectos del “error eléctrico”, la inflación podrá bajar de la barrera de 4,0%, sobre la que ha estado fluctuando desde abril de 2024. Error, cuya corrección debiera ajustar a la baja las tarifas eléctricas, aunque no se espera que esto signifique un gran salto de caída de la inflación.


En los últimos meses el mercado laboral se ha mantenido en altas tasas de desempleo, ajustándose levemente a la baja (8,6%) en el trimestre móvil junio-agosto de 2025. Pese a los avances, persisten brechas de género en el desempleo (9,3% en mujeres y 8,0% en hombres) y un alto nivel de informalidad (26%), lo que evidencia una recuperación aún parcial del empleo confirmando una mejora gradual en las condiciones del mercado laboral. Los indicadores ampliados de subutilización laboral, durante el trimestre junio-agosto de 2025, reflejan solo una leve menor subutilización de la fuerza de trabajo, como en el caso de la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (SU3), que en agosto se situó en 16,5% (19,2% en mujeres y 14,2% en hombres).


Los precios de las materias primas (cobre y petróleo) muestran divergencias entre sí y entre los meses de agosto, septiembre y la 1ª quincena de octubre 2025, mientras que el oro alcanza altos valores instalándose como casi único activo “refugio” en la economía internacional, impulsado por la incertidumbre global. El mercado del cobre se vio afectado por factores mixtos: la debilidad del sector inmobiliario chino, el aumento de existencias en la Bolsa de Shanghái (+13%) y el cierre temporal de la División El Teniente de Codelco, que redujo la producción. Sin embargo, la depreciación del dólar y las expectativas de recortes de tasas en EE.UU. moderaron la baja. La paralización de la mina Grasberg (Indonesia) y la reciente contingencia en El Teniente (Chile) redujeron la oferta global, consolidando precios cercanos a US$ 4,78/lb a fin de mes.Los precios internacionales del Petróleo, durante agosto y septiembre de 2025, se mantuvieron a la baja, afectados por la debilidad de la demanda global, la incertidumbre geopolítica y los ajustes en la producción de la OPEP+ a 137.000 barriles diarios para octubre, las discrepancias entre Rusia y Arabia Saudita sobre el nivel de producción, y los altos inventarios de EE.UU. y China mantuvieron la incertidumbre del mercado.


Durante agosto y septiembre y parte de octubre 2025, el entorno internacional estuvo dominado por la incertidumbre geopolítica y la expectativa de recortes en la tasa de interés de la Reserva Federal de EE. UU., factores que afectaron los flujos financieros hacia economías emergentes, incluido Chile. En el ámbito interno, el Banco Central de Chile mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75%, tras la reducción de julio, decisión tomada con una inflación en descenso y una proyección de que habría convergencia al 3% en dos años, pero, en septiembre la inflación volvió a subir, a 4,4%, tasa anualizada. En su minuta de agosto el Central preveía uno o dos ajustes adicionales durante el año, con el objetivo de llevar la tasa a 4,5% hacia fines de 2025, siempre que la inflación mantenga su tendencia a la baja, lo que no ha ocurrido, por lo menos, hasta mitad de octubre, manteniéndose sobre 4%. La decisión de mantener la tasa —ratificada de forma unánime en septiembre— respondió a que la inflación continúa su trayectoria descendente, ubicándose cerca de la meta del 3% anual, en un contexto de incertidumbre internacional y prudencia monetaria.



Víctor Salas Opazo y Equipo[1] del Conversatorio de Política Económica, ECPE

Departamento de Economía

Universidad de Santiago de Chile



[1]  En el ECPE, además, participan el profesor Carlos Yévenes y Sebastián Cuéllar Pedreros como coordinador de ayudantes de investigación y Pía Inostroza, Arael González, Joaquín Núñez, Kevin Hernández y Emanuel Espinoza como ayudantes de investigación.

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