MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) - El coronel Michael Randrianirina ha tomado posesión este viernes como nuevo presidente de Madagascar, días después de anunciar que estaba al frente del país ante la huida del hasta entonces mandatario, Andry Rajoelina, tras semanas de protestas antigubernamentales y después de que la unidad de élite del Ejército que encabeza se pusiera del lado de los manifestantes, forzando la mano al jefe de Estado.
Randrianirina ha jurado el cargo durante una ceremonia celebrada en la sede del Tribunal Constitucional malgache en la capital, Antananarivo, un acto en el que ha destacado que la jornada "marca un histórico punto de inflexión para el país". "Con un pueblo lleno de fervor, impulsar por el deseo de cambio y un profundo amor por su patria, abrimos con alegría un nuevo capítulo en la vida de nuestra nación", ha dicho.
"Desde la vuelta a la independencia, el pueblo malgache ha aspirado al progreso, a una vida mejor y a una emancipación de los días de la pobreza. Lamentablemente, 65 años después, Madagascar sigue siendo el país más pobre del mundo, una situación caótica que ha removido las conciencias de una juventud audaz que espera un futuro más prometedor y seguro para ellos y las próximas generaciones", ha sostenido.
Así, ha resaltado que los jóvenes "son víctimas de injusticia, saqueo de sus recursos y malversación de bienes públicos", en un reconocimiento a las movilizaciones encabezadas por la generación Z contra los continuos cortes de suministro de luz y agua, que arrancaron el 25 de septiembre y derivaron posteriormente en llamamientos a la dimisión de Rajoelina.
En este sentido, ha recalcado que los manifestantes "salieron a las calles para reclamar la refundación nacional y la resolución de los problemas socioeconómicos recurrentes en el país", antes de sostener que "lamentablemente, el régimen autoritario que sumió al país en la oscuridad durante años respondió a estas reivindicaciones optando por la violencia, la brutalidad y la violación flagrante de los Derechos Humanos".
"Muchos manifestantes fueron arrestados y violentados injustamente cuando reclamaban su derecho a tener agua y luz", ha criticado, en referencia a la represión de las protestas por parte de las fuerzas de seguridad, que se saldaron con al menos una veintena de muertos antes de su decisión de ponerse del lado de las movilizaciones, que terminó por provocar la caída del hasta entonces presidente.
DEFIENDE LA LABOR DEL EJÉRCITO
Por ello, Randrianirina ha defendido que el Ejército "se ha puesto del lado del pueblo" para "salvaguardar el interés superior de la nación" y proteger a "una población desesperada", al tiempo que ha incidido en que la decisión del Constitucional de reconocer una vacancia en el cargo tras la huida de Rajoelina supone "un día memorable en la historia de Madagascar".
"El Tribunal Constitucional invitó a la autoridad militar competente a tomar el poder para evitar la anarquía y el desorden. Como ciudadanos patriotas, hemos respondido favorablemente a esta invitación", ha argüido, al tiempo que ha abogado por impulsar un proceso de "calma" para "abordar la situación socioeconómica del país", para el que se ha mostrado abierto a trabajar "codo con codo con todas las fuerzas vivas para una reconciliación".
Randrianirina ha abogado por ello por "elaborar una nueva Constitución" y remodelar la comisión electoral. "Nos comprometemos con una ruptura con el pasado. Nuestra principal misión es reformar en profundidad los sistemas administrativo, socioeconómico y de gobernanza del país", ha esgrimido, antes de reclamar la "colaboración de los socios" en la comunidad internacional.
"Nuestro objetivo es promover el desarrollo social y económico centrando nuestras acciones en sectores prioritarios que impactan directamente en la vida cotidiana de la población, como la energía, la salud y la educación", ha argüido el nuevo presidente malgache, que ha desvelado además "una política de contención fiscal y de limitación del gasto público" para "garantizar una gestión responsable de las finanzas públicas".
"Pondremos en el centro de nuestras acciones la buena gobernanza, la cultura de la transparencia, la rendición de cuentas, la eficacia y la tolerancia cero (con el delito)", ha sostenido durante su discurso, en el que ha prometido además "reparar los agravios sufridos por las víctimas" de la represión y "garantizar el libre ejercicio de los derechos y libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión".
Por último, ha hecho hincapié en que las nuevas autoridades esperan contar con "cooperación bilateral o multilateral" de la comunidad internacional "a partir del principio de un diálogo constructivo, sincero y equilibrado" con el objetivo de "instaurar un clima de tranquilidad, atractivo y seguro". "Doy las gracias a todos los que han contribuido incesantemente a la lucha popular, especialmente a los jóvenes de la generación Z y a los estudiantes", ha insistido.
LA CAÍDA DE RAJOELINA
La toma de posesión ha tenido lugar un día después de que el Randrianirina negara que haya estado al frente de un golpe de Estado, argumentando que los parlamentarios aprobaron una moción de censura contra Rajoelina, tras lo que el Constitucional confirmó una vacancia en el cargo después de que el mandatario huyera a "lugar seguro" en el extranjero tras denunciar una asonada.
Por otra parte, el hasta ahora líder de una unidad de élite de las Fuerzas Armadas conocida como Centro de Administración de Personal del Ejército (CAPSAT), adelantó que no será posible celebrar presidenciales en un plazo de entre 30 y 60 días, tal y como determinó el Constitucional en su fallo confirmando la vacancia y concediéndole el poder para hacer frente al periodo de transición en la isla.
La salida forzosa del poder de Rajoelina --quien se niega a reconocer la validez de las acciones de los últimos días e insiste en que sigue siendo el presidente malgache-- ha sido criticada por la Unión Africana (UA), que ha suspendido a Antananarivo hasta que "restablezca el orden constitucional", mientras que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su preocupación por el "cambio inconstitucional de poder" en Madagascar.
Randrianirina fue gobernador de la región de Androy (sur) entre 2016 y 2018, durante el mandato del expresidente Hery Rajaonarimampianina. Durante los últimos años se había mostrado muy crítico con Rajoelina y, de hecho, llegó a estar encarcelado en una prisión de máxima seguridad acusado de incitar un motón y planear un golpe de Estado, si bien no llegó a ser juzgado y fue liberado en febrero de 2024 tras una serie de manifestaciones que denunciaban que había sido detenido por motivos políticos.
Durante los últimos días anunció la creación de un Consejo de Defensa Nacional de Transición (CDNT), en una primera batería de medidas que contempla también la anulación de la Constitución de 2010 y la suspensión de varias instituciones, entre ellas el Tribunal Constitucional y el Senado, lo que ha llevado a la UA a reclamar la restitución del orden constitucional.
Rajoelina, quien obtuvo un nuevo mandato en las controvertidas elecciones de 2023, permanece en paradero desconocido --tras las informaciones sobre su evacuación en un avión francés-- en medio de la crisis en el país, sacudido por varios golpes de Estado desde que obtuvo su independencia de Francia en 1960 y donde los últimos disturbios reflejan profundas frustraciones con el Gobierno, el acceso a los servicios básicos y la corrupción generalizada.