Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido detener el plan del Gobierno de los EEUU para "desmantelar" el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR), un programa federal estadounidense para combatir el VIH a nivel mundial.
La organización recuerda que PEPFAR es un programa histórico del gobierno estadounidense que permitió llevar medicamentos antirretrovirales antes inasequibles e inaccesibles a personas de todo el mundo. "Cambió el rumbo de la pandemia y se le atribuye haber salvado 26 millones de vidas desde su creación en 2003 bajo la administración de George W. Bush. Desde entonces, ha contado con apoyo bipartidista en el Congreso y amplio respaldo público", indica MSF.
Actualmente, PEPFAR proporciona tratamiento a dos tercios de todos los pacientes con VIH en 50 países y financia programas de prevención para grupos vulnerables en contextos de alta prevalencia.
Un reportaje reciente del 'The New York Times' detalla las intenciones de la Administración de "transicionar" a los países fuera de PEPFAR, en algunos casos en un plazo de dos años, y "transformar el programa de uno que salva vidas a uno que detecte brotes que podrían amenazar a EEUU y creenuevos mercados para medicamentos y tecnologías estadounidenses", señala la organización.
"El plan de desmantelar PEPFAR para centrarse únicamente en amenazas infecciosas y oportunidades económicas para la industria farmacéutica estadounidense es parte de un enfoque negligente hacia la salud global que pone a más personas en riesgo. Si el gobierno de EEUU realmente quisiera mejorar la seguridad sanitaria mundial, no estaría recortando acciones clave ni abandonando a socios globales como la OMS y Gavi", ha resaltado la directora de programas de MSF en EEUU, Carrie Teicher.
MSF asegura que el alcance del trabajo de PEPFAR se ha reducido drásticamente desde enero, cuando el Departamento de Estado limitó su labor en áreas clave de prevención, tratamiento, atención y apoyo frente al VIH. "Como resultado, los grupos vulnerables -incluidas las comunidades LGBTQI+ y las trabajadoras y trabajadores sexuales- ya no tienen acceso a la profilaxis previa a la exposición (PrEP), una herramienta clave para acabar con la epidemia. Se han eliminado intervenciones específicas para adolescentes y mujeres jóvenes en países con alta prevalencia, y los programas de seguimiento liderados por comunidades ya no cuentan con apoyo", denuncia la organización.
MSF ha denunciado que el cierre de PEPFAR provocaría millones de muertes que son evitables. "La propuesta de desmantelar la misión central de PEPFAR amenaza con deshacer décadas de avances, condenando a millones de personas vulnerables en todo el mundo a un sufrimiento y una muerte innecesarios", concluye Teicher.