CECU pide incluir en el RD la reducción de alimentos ultraprocesados y azucarados de hospitales y residencias

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La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha pedido reducir la cantidad de alimentos ultraprocesados, azucarados y de carnes rojas en hospitales y residencias de mayores, medida que cree que debe estar incluida en el proyecto de Real Decreto para regular que las comidas que se sirven en estas instalaciones.



La legislación, promovida por los ministerios de Sanidad y de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, deberá promover igualmente el aumento del número y de la calidad de frutas, verduras y legumbres, preferiblemente de carácter ecológico o sostenible, y producidos en áreas cercanas.



"Al menos, el 80 por ciento de las frutas y hortalizas que se oferten en centros dependientes de la administración, o en los que se atienda a personas vulnerables, deberían ser de temporada y de proximidad, así como al menos un 50 por ciento de las legumbres; alcanzando al menos un 15 por ciento de productos ecológicos", reza el documento de alegaciones presentado por CECU.



El organismo también ha subrayado la importancia de que estas frutas y hortalizas sean frescas, y no congeladas o en conserva, y han instado a añadir una cantidad de pescado de temporada que no sea menor al 60 por ciento.



Asimismo, ha considerado que los menús de las personas residentes o ingresadas deben estar adaptados a las necesidades nutricionales y dietéticas de cada persona; todas estas medidas deberán incorporarse igualmente a las cafeterías de acceso público y del personal laboral, así como en las máquinas de venta automática.



"La comida que, con frecuencia, se sirve en hospitales y residencias de personas mayores es de sobra conocido que no siempre es la mejor. Cualquier persona que haya estado ingresada o haya estado al cuidado de una persona hospitalizada, puede afirmar que en la mayoría de las ocasiones la comida no destaca por su calidad: ni por aspecto ni por sabor y, muchas veces, tampoco por la calidad de los alimentos", reza el texto.



Es por ello por lo que CECU también ha abogado por la conservación, recuperación y fomento de las cocinas propias, como opción prioritaria a los cátering o las comidas preparadas.



La organización ha recomendado centrarse no solo en los ingredientes, sino también priorizar formas más saludables de cocinar como el horno, al vapor o hervir, frente a otras como frituras, rebozados, sofritos o preparaciones con salsas.



"Creemos que esta futura normativa debe ser una oportunidad para defender, desde las administraciones públicas, la salud de las personas más vulnerables. La ambición de las propuestas debe ser máxima y tanto Ministerios implicados como el resto de partidos políticos deben priorizar que la futura regulación garantice una alimentación adecuada en estos espacios", ha afirmado el experto en Alimentación de CECU Eduardo Montero.



Tras ello, ha considerado que todas estas medidas no solo van a ayudar a cuidar de la salud de las personas, sino que permitirá reducir las desigualdades en la alimentación y proteger el medio ambiente a través de la sostenibilidad.



"Los centros públicos deberían ser los primeros espacios en los que estos factores se garantizaran. Primero, para tener una alimentación adecuada en estos momentos; segundo, porque nos sirve de aprendizaje y sensibilización sobre lo que es bueno y no es bueno incluir en nuestra dieta; y tercero porque, a través de la contratación, las administraciones públicas pueden apoyar a nuestras productoras y productores de alimentos", ha añadido CECU.



La futura normativa se enmarca dentro de las previsiones recogidas en la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, y establecerá criterios mínimos de calidad nutricional y sostenibilidad que deberán cumplirse en la contratación y prestación de servicios de alimentación en hospitales y residencias, asegurando la correcta alimentación de los usuarios de centros y servicios dirigidos a personas dependientes y con necesidades especiales.



Además, responde al llamamiento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo a los gobiernos en 2021 para que sus políticas públicas promovieran una alimentación saludable en los establecimientos públicos. El objetivo de la OMS es reducir la prevalencia de enfermedades evitables relacionadas con la dieta.




europapress