La coordinadora del Comité de Cuidados en Salud en el Ministerio de Sanidad, Paloma Calleja, ha achacado este lunes la falta de trabajadores en cuidados a la "precariedad" laboral y su "invisibilidad", una situación que también cree que ocurre en otros profesionales sanitarios.
"Existe una escasez de profesionales sanitarios y una escasez de trabajadores de cuidados. Así que estas condiciones precarias (...) y estas condiciones de invisibilidad, precisamente, no son muy atractivas para ir animando a las generaciones más jóvenes a que se incorporen a este ámbito", ha afirmado Calleja durante la reunión anual del Comisionado de Salud y Cuidados de la Plataforma del Tercer Sector.
Tras ello, ha recalcado que este problema no se resuelve "dándole a un botón" poniendo más profesionales o doblándoles el sueldo, sino que se trata de "corregir" sus principales causas.
Es por ello por lo que Calleja ha recordado los objetivos de Sanidad de lograr una mayor sostenibilidad económica y ambiental, de promover el liderazgo de los profesionales de cuidados, de promocionar el autocuidado de la población, de favorecer la autonomía y la capacidad de decisión de los pacientes y de apostar por el cuidado comunitario.
Por su parte, el presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato, ha coincidido en la precariedad de estos trabajadores, aunque también ha señalado la existencia de un sesgo de género entre los cuidadores, que están formados principalmente por mujeres, que son quienes "siempre" están cuidando.
FEMINIZACIÓN DE LOS CUIDADOS
En relación a ello, la técnica de Incidencia de la Plataforma de la Infancia, Débora Quiroga, ha subrayado que un 16,7 por ciento de mujeres españolas se dedicaron en 2024 a los cuidados, en contraste con el 0,3 por ciento de los hombres.
Además de la feminización del sector, Quiroga también ha lamentado las "insuficientes" políticas de conciliación, que no tienen en cuenta a aquellos cuidadores no profesionales, que también "suelen ser mujeres" y que "muchas veces" sacrifican sus carreras profesionales para llevar a cabo estos cuidados.
Esta situación da lugar a un impacto en la salud física, mental y social de quienes cuidan, pudiendo llegar a sufrir "altos niveles" de estrés, ansiedad e incluso depresión, motivo por el que ha instado a las autoridades a reconocer los cuidados como derechos social "básico", tanto para proteger a los cuidadores como a las personas que requieren de estos servicios.
Asimismo, ha pedido la promoción de una ley de cuidados elaborada junto con la sociedad civil, impulsar un modelo comunitario desinstitucionalizado, incorporar políticas de conciliación efectivas e incentivar la colaboración con asociaciones y sinergias entre ONG y las Administraciones públicas.
La coordinadora de la Estrategia y Red CuidAs de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar de Asturias, Teresa Martínez, ha querido poner el foco en la importancia de llegar "de verdad" a cubrir las necesidades de las personas que requieren de cuidados como de sus familiares.
"No solo hacen falta más recursos y servicios, sino que hay que tener en cuenta cómo son estos servicios", ha explicado, manifestando que el enfoque actual es "muy clínico-asistencial", lo que deja de lado a la persona.
A esta situación se suma la desigualdad de acceso a los cuidados entre las zonas urbanas y las rurales, tal y como ha expuesto la gestora de Itinerario de Paciente y de Atención Psicológica, Tatiana Navas, motivo por el que ha considerado fundamental la creación de una ley estatal de cuidados, así como el fortalecimiento de la red pública de cuidados y el reconocimiento de las necesidades de las personas que cuidan, especialmente a nivel de conciliación laboral y de salud mental.
UN 75% DE PERSONAS RECONOCE UN EMPEORAMIENTO DE SU SALUD MENTAL Durante la mesa dedicada a la salud mental, se ha expuesto que un 75 por ciento de las personas encuestadas por el Comisionado han reconocido que su salud mental ha empeorado en los últimos años, siendo los más afectados las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad o enfermedades crónicas.
La técnica de la Oficina Técnica del Comisionado sobre Transición de Modelo de Salud Mental Victoria Mon Troti ha explicado que en la actualidad existe una creciente demanda de ayuda psicológica, lo que se debe en parte a la insistencia en la importancia de cuidar la salud mental.
Sin embargo, ha aseverado que el actual modelo sanitario no tiene la capacidad de hacer frente a esta demanda, motivo por el que ha instado a reorientar el sistema hacia un modelo más "integral", "comunitario" y que tenga en cuenta el contexto social de las personas que acuden a estos servicios.
Para hacer frente a este reto, la directora técnica de Investigación y Proyectos de la Confederación de Salud Mental, Esperanza Rubio, ha planteado recomendaciones como la dotación adecuada de recursos a la estrategia de Salud Mental del Ministerio de Sanidad.
Asimismo, ha defendido la inclusión de todas las personas con problemas de salud mental en todos los niveles, exigiendo que se brinde de una atención sanitaria de calidad e individualizada, con enfoque en el ámbito comunitario, y haciendo hincapié en colectivos vulnerables como personas LGTBIQ+, migrantes o cuidadoras, y que puedan participar en el diseño y desarrollo de todas estas acciones.
Por último, ha apostado por desarrollar programas y recursos específicos que identifiquen las peculiaridades de estos grupos específicos, así como por dar más formación a los profesionales sanitarios no especializados en salud mental, con el objetivo de reforzar la prevención y la detección temprana.
LA SOLEDAD NO DESEADA AFECTA AL 20% DE LAS PERSONAS
Todo ello se relaciona igualmente con la soledad no deseada, una situación que afecta al 20 por ciento de los españoles, especialmente a mujeres, personas jóvenes y a los mayores de 65 años, y cuyas "diversas causas" tienen que ver con la falta de convivencia, la precariedad, el aislamiento por cuidados, o la deficiencia de apoyo social o familiar, tal y como ha explicado la directora de Relaciones Internacionales y Alianzas de la Fundación ONCE, Lourdes Márquez.
Para luchar contra la soledad no deseada, Márquez ha abogado por impulsar una estrategia nacional contra la soledad, reforzar los servicios públicos mediante un enfoque preventivo e intergeneracional, fomentar la prescripción social como alternativa a la medicalización, promover el trabajo comunitario y la participación local, y garantizar que las políticas públicas sean "inclusivas" y estén coordinadas con la sociedad civil.
"La soledad no es un problema de cada persona, es un problema de la sociedad", ha declarado la directora técnica de Bienestar Social, Prestaciones y Voluntariado en la Dirección General de la ONCE, María José Sánchez Lorenzo.
Tras ello, ha resaltado que, si bien es necesaria la actuación de la administración, también ha considerado que está en las "manos" de cada uno mitigar la soledad no deseada, y ha aconsejado intentar socializar con los vecinos o no cerrarse a hablar con las personas en el transporte público.
Por último, la secretaria de Estado de Derechos Sociales, María Rosa Martínez Rodríguez, ha subrayado que todas estas cuestiones son una "prioridad" para su oficina en esta legislatura, tras lo que ha recordado que están "muy cerca" de iniciar la tramitación del proyecto de Ley de reforma de las leyes de discapacidad y dependencia.
Del mismo modo, ha hablado sobre el proceso de desarrollo del marco estratégico estatal de soledad, y sobre el trabajo conjunto con la Secretaría de Estado de Sanidad para elaborar un marco de referencia estatal sobre coordinación sociosanitaria.