La responsable de Hospitalización Psiquiátrica Infanto-Juvenil del Hospital Universitario Central de Asturias, la doctora Elisa Seijo, ha afirmado que el aumento de la depresión y la ansiedad entre los jóvenes españoles tiene diferentes causas, aunque se destacan las desigualdades socioeconómicas, la pandemia de Covid-19, el uso intensivo de redes sociales o la precariedad e incertidumbre laboral.
"No existe una causa única y simple que explique el actual incremento de cuadros depresivos, por lo que tenemos que hablar de varios factores interrelacionados: la propia etapa infanto-juvenil, caracterizada por cambios importantes a nivel neurobiológico, constituye un factor determinante. Coloca a los jóvenes en una posición vulnerable, donde deben enfrentar nuevas situaciones sin contar con las herramientas emocionales necesarias. Esta vulnerabilidad explica porqué la mitad de los trastornos mentales comienzan a manifestarse durante esta etapa", ha explicado Seijo durante un seminario de periodistas de Lundbeck sobre salud mental y jóvenes.
Tras ello, ha resaltado que la pandemia de Covid-19 funcionó como un "potente catalizador" que visibilizó y agravó este problema, y también ha apuntado a una mayor exposición a estrés psicosocial con una sociedad "hiperconectada que impone presiones adicionales sobre los adolescentes", una mayor conciencia y diagnóstico de salud mental, y cambios en los estilos de vida que "reducen" el apoyo social y el contacto interpersonal.
Durante el encuentro, especialistas en salud mental juvenil han resaltado que este problema requiere una respuesta "inmediata y coordinada" desde las instituciones, los centros educativos y médicos, y las familias, y es que la tasa de trastornos de ansiedad en menores de 25 años se ha duplicado desde 2016, alcanzando los 32,8 casos por cada 1.000 habitantes, según datos del Ministerio de Sanidad.
Además, el Estudio PsiCE sobre salud mental infanto-juvenil en España revela que el 6 por ciento de los adolescentes presentan síntomas graves de depresión, y el 15 por ciento síntomas graves de ansiedad.
EL PAPEL DE LA ATENCIÓN PRIMARIA EN EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Sanidad también indica que la ansiedad es el problema más común registrado en las historias clínicas de Atención Primaria con 106,5 casos por cada 1.000 habitantes, afectando el doble a mujeres que a hombres, motivo por el que esta especialidad desempeña un papel "crucial" en la detección temprana de problemas de salud mental.
En ese sentido, el médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Islas Canarias de Lugo, el doctor Lorenzo Armenteros, ha resaltado que este tipo de profesional sanitario "no se limita" al diagnóstico, sino que se encarga de hacer seguimiento y de acompañar al joven para que no se sienta "solo" durante el proceso.
"Nuestro papel va mucho más allá de lo clínico, somos aliados esenciales en la recuperación y el bienestar emocional de la juventud. Tenemos el deber profesional y ético de contribuir a normalizar la salud mental, romper el estigma que aún la rodea y demostrar que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza", ha agregado.
Sin embargo, ha señalado la existencia de retos en Atención Primaria a la hora de realizar el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes, además de la "escasez" de tiempo, como la inespecifidad de los síntomas o las somatizaciones como dolor físico, fatiga o trastornos del sueño.
"A muchos jóvenes les cuesta expresar su malestar emocional debido al estigma que aún persiste en torno a los trastornos de salud mental. Otro de los grandes desafíos es el de la formación. Las características propias de la depresión en adolescentes requieren capacitación específica para su detección clínica, así como para identificar factores de riesgo de suicidio, una complicación grave y creciente entre la población joven", ha agregado.
El especialista ha apuntado la importancia de superar estos retos para lograr un diagnóstico "adecuado y precoz", algo que es "determinante" para prevenir desenlaces como el fracaso escolar, el aislamiento social, el consumo de sustancias e incluso el suicidio.
PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
En relación a ello, el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Celso Arango, ha incidido en la importancia de la prevención para evitar las consecuencias más graves, como el riesgo de suicidio, y es que hasta un 4,9 por ciento de los adolescentes españoles ha intentado quitarse la vida, según el estudio PsiCE.
"Existen muchas evidencias de prevención en depresión, fundamentalmente en la etapa infanto-juvenil, así por ejemplo hay estudios que muestran como la protección sobre el trauma en la infancia, tanto el acoso escolar como trauma físico (abuso sexual), ya que son factores de riesgo determinantes para desarrollar una depresión", ha aseverado.
Asimismo, ha apuntado a otros factores que influyen tales como la dinámica familiar, el nivel de conexión que exista, la obesidad y los trastornos metabólicos son factores de riesgo, o "cualquier cosa relacionada con el estrés" a nivel familiar o en el colegio.
"Cualquier medida que influya en los factores de riesgo y aumentar los factores protectores va a dar lugar a una menor incidencia. Hay que aumentar los factores protectores en adolescencia y juventud para prevenir la depresión", ha insistido.
Para prevenir el suicidio, Arango ha señalado la importancia de dar un "buen entrenamiento" a los profesionales sanitarios de Atención Primaria, así como de incluir programas de disminución del consumo de tóxicos y otras medidas que deben ser adoptadas de forma "transversal e integral", y no solo en el ámbito sanitario.
Además, los especialistas han reclamado un aumento de la proporción de psiquiatras infanto-juveniles, que en la actualidad sigue siendo "muy reducida", lo que precisamente da lugar al retraso del diagnóstico de este tipo de trastornos.
Por otro lado, la coordinadora del Programa de Enlace Salud Mental y Educación Servicio de Psiquiatría, Psicología Clínica y Salud Mental Hospital Universitario La Paz, María Mayoral, ha recomendado a los jóvenes acudir a un profesional cuando su estado de ánimo les esté generando "sufrimiento" o alterando su funcionamiento diario.
"Hay que insistir que es algo que nos puede suceder a cualquiera y que, de hecho, muchos de nosotros vamos a atravesar algún problema de salud mental a lo largo de nuestra vida", ha concluido.