Los bloqueadores de carbohidratos, conocidos también como bloqueadores de almidón, se han popularizado como suplementos alimenticios que inhiben la descomposición de los almidones, evitando así la absorción de calorías y el aumento de azúcar en la sangre. Sin embargo, aunque su mecanismo de acción suena prometedor, existen varios puntos a considerar antes de recomendarlos ampliamente.
En primer lugar, la mayoría de los estudios disponibles se centran en un suplemento específico derivado del frijol blanco, con poblaciones de estudio reducidas y metodología cuestionable, muchas veces financiados por la propia industria que comercializa estos productos. Este conflicto de interés sugiere la necesidad de investigaciones más rigurosas y menos sesgadas para evaluar su eficacia y seguridad real.
Además, los efectos secundarios de estos bloqueadores no son despreciables: diarrea, hinchazón, flatulencia y dolor abdominal son algunos de los síntomas reportados. También existe un riesgo aumentado de hipoglicemia en pacientes que ya utilizan medicamentos o suplementos para reducir el azúcar en sangre.
Si bien algunos estudios han mostrado una pérdida de peso promedio de cerca de 2 kg, estos resultados están influenciados por sesgos importantes. Por lo tanto, la recomendación más segura y respaldada por la evidencia sigue siendo adoptar una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades individuales de cada paciente, en lugar de recurrir a soluciones rápidas y potencialmente riesgosas.
Andreia Villarroel,
Académica Escuela de Química y Farmacia UNAB