Día Internacional de la violencia contra la mujer

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Hoy 25 de noviembre conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha que desde 1981 busca sensibilizar y denunciar la violencia contra las mujeres en todo el mundo. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que alrededor de una de cada tres mujeres (30%) han sufrido violencia física y/o sexual por parte de sus parejas o de terceros en algún momento de su vida.

Son cifras demasiado grandes para pensar y condenar estos hechos sólo una vez al año. Cualquier tipo de agresión física y/o psicológica hacia mujeres, jóvenes y niñas debiera ser penalizada, sin importar el contexto o lugar.

Lamentablemente y a lo largo de la historia, las mujeres hemos vivido esa violencia de distintas maneras. Muchas veces hemos sido ignoradas para privilegiar a héroes masculinos, o nuestros aportes han sido minimizados pese a su objetiva importancia. Invisibilizar los logros femeninos también es una forma de agresión. Nos ha costado encontrar espacios de reconocimiento, pero gracias a nuestra fuerza y empuje, no hemos descansado hasta alcanzarlos.

Además de crear concientización y penas efectivas para quienes cometen actos violentos, es fundamental que las mujeres nos ayudemos entre sí y nos reconozcamos dentro de nuestra propia comunidad, solo así podremos avanzar para poder contar nuestra historia, una que no ha sido fácil, pero que está llena de grandes liderazgos que en silencio han sostenido a la comunidad femenina.

Esas mujeres que han sobrepasado barreras y adversidades tienen además la valentía de levantar la voz y contar sus experiencias, porque saben que es importante abrir la puerta y luego no cerrarla del todo, para que otras la encuentren y puedan guiarse con ese destello de luz.

Un ejemplo muy concreto es lo que ocurre con las mujeres que sufren violencia de género. Una vez que rompen ese círculo dañino, comienzan un camino en donde se transforman y toman un rol de agentes de cambio: quieren entregar a otras víctimas las herramientas necesarias para que esto no se vuelva a repetir. Todas las que salen adelante quieren empoderar a otras, y ese lazo se vuelve tan potente, multiplicando el sentimiento de que no debemos soltarnos nunca, de que debemos deconstruir la concepción de competencia y alcanzar el máximo potencial de nuestra sororidad, porque sabemos que es la única vía para alcanzar los espacios.

Nosotras tenemos una energía única, somos capaces de todo y ¡quién podría negarlo! Somos solidarias, empáticas, confiables, amables, ingeniosas para resolver problemas de todo tipo. El hecho de dar vida es el comienzo de ello, pero no nuestro único fin: somos emprendedoras y agentes de cambio por naturaleza, porque nacemos para empoderarnos y buscar soluciones.

En tantos lugares las mujeres se encuentran, se apoyan entre sí y trabajan por alcanzar objetivos. Por eso, en el Día Internacional de la violencia contra la Mujer, alzamos nuevamente la voz pensando en todas quienes han sufrido agresiones a través de los años. Porque cuando nos levantamos y actuamos unidas, más fuertes son las barreras para enfrentar los abusos, superarlos y sonreír triunfantes.


Karen Rauch, 

Directora de Fundación Camiseteados

europapress