Comunicaciones ¿Un servicio del que actualmente se puede prescindir?

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Ariel Au0301lvarez

Desde el inicio de la pandemia que llegó al país en el 2020 (y la cual sigue vigente, pero con una situación más controlada) son diversas las conclusiones que se pueden extraer de este proceso. Algunas van relacionadas directamente con las metodologías de trabajo que se tuvieron que adoptar en las distintas industrias, otras relacionadas a la tecnología y transformación digital en las organizaciones, otras referentes a los procesos y relaciones humanas, salud mental y una de las más importantes en este contexto, cómo enfrentar una crisis.

Teniendo claras las variables anteriormente mencionadas, se puede inferir que los aprendizajes fueron varios (en términos generales), pero hay un punto que es transversal al nicho en el cual se desempeñe una organización, y este es el factor comunicacional. Las comunicaciones en las empresas, y en la sociedad en general, fueron claves durante todo el proceso inicial de la pandemia. Partiendo obviamente por las comunicaciones de riesgo desde las autoridades para entregar directrices y recomendaciones de autocuidado, así como las comunicaciones internas en las empresas para definir las formas de trabajo, medidas sanitarias, turnos, coordinación de tareas a distancia e implementar de manera estable el trabajo remoto. Este último como una forma efectiva de desarrollo laboral no muy común en la empresa nacional., ni muy explorada antes de la emergencia sanitaria.

Estos cambios drásticos, en forma y en tiempos, agudizaron el sentido de urgencia, la creatividad, y la necesidad de crear nuevas áreas, mejorar otras e implementar tecnologías funcionales a cada organización. En este punto es donde la comunicación se vuelve un pilar fundamental para cualquier plan de continuidad. Todo pasa por un alineamiento general y específico: desde las indicaciones y metas establecidas por las cabezas de cada gerencia/departamento/área, hasta las tareas operativas y de ejecución de otros actores. Reportes diarios, contactos estratégicos, coordinaciones generales, reuniones de equipo, cierres comerciales, correos, propuestas, presupuestos, marketing, PR, etc. Todo.


 
Luego de este proceso de más de dos años desconocer el valor de las comunicaciones o considerarlo “un servicio del cual se puede prescindir” es un error sencillamente fatal. A mi parecer, de carácter grave a gravísimo. Esto porque en los momentos de crisis (que es donde más se debe invertir y poner atención en este punto) así como en los momentos de fortuna, es clave mantener su masa crítica al tanto de sus avances, logros, crecimiento, alianzas o sucesos de importancia.

Después de lo anterior ¿Se pueden considerar las comunicaciones como un elemento de importancia para una organización? Total y absolutamente, y mientras antes las empresas puedan entender este punto, mejores resultados a nivel transversal podrán experimentar.
Y si luego de un proceso tan complejo en distintos niveles esto no queda claro, la lectura estratégica debe ser mucho más aguda y efectiva para aquellos indecisos. Nunca es tarde para volver a empezar.


Ariel Álvarez S – Consultor en comunicaciones
Fundador de Azeta Comunicaciones 


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