Ventajas y consideraciones para invertir hoy en Chile
Chile es un país donde existen grandes oportunidades de desarrollo e inversión gracias a atributos únicos, por ejemplo, relacionados con su ubicación geográfica y las grandes ventajas comparativas que esto implica para avanzar en el desarrollo de energías renovables y la carbono neutralidad. Es cierto que el país ha vivido diversos cambios en los últimos años, pero eso no ha afectado su reconocida institucionalidad y liderazgo dentro de Latinoamérica. Chile continúa siendo líder en ambiente de negocios (EIU 2000-2021) y en mayor competitividad y libertad económica (HeritageFoundation 2022).
En el tema energético, Chile posee un enorme potencial eólico, con parques en funcionamiento que se despliegan a lo largo de todo el país (Antofagasta, Coquimbo, Biobío, Los Lagos y Magallanes) en una costa de más de 4.000 kilómetros, conformando un escenario altamente propicio para el desarrollo de la energía del mar. Además, los ríos del centro y sur del país proporcionan un potencial hidroeléctrico de 11 GW. En tanto, el cordón cordillerano de Los Andes presenta una importante capacidad geotérmica y de biomasa en la zona sur. Así, Chile es un mercado atractivo para la inversión también en industrias como la minería, energía, agricultura, infraestructura pública y turismo, entre otras. Chile posee el 28% de la producción mundial de cobre y tiene el 54% de la reserva mundial de litio, según datos de la Comisión Chilena del Cobre.
Otro gran punto a favor es que según la normativa vigente, los privados pueden participar en todos los sectores económicos y el capital extranjero puede representar hasta el 100% del capital de una empresa. Al hacer negocios en Chile, los inversionistas acceden a una serie de garantías a la inversión extranjera establecidas en leyes y tratados comerciales.
Para concretar una inversión, junto con cumplir la normativa local, es muy importante saber incorporar en el diseño las distintas variables de contexto que pueden afectar un determinado proyecto. Es fundamental diseñar y ejecutar una estrategia de inversión que permita que el proyecto sea exitoso no sólo desde un punto de vista económico, sino también social y medioambiental, conociendo e incluyendo los intereses de las comunidades donde están insertos en un contexto de crisis climática y requisitos de sostenibilidad. Hoy más que nunca los ecosistemas y comunidades tienen un rol importante, por lo tanto, hay que considerarlos a la hora de pensar en levantar un proyecto, generando instancias participativas y de trabajo colaborativo.
Somos uno de los mejores países de la región para invertir en energías renovables, ya que contamos con un sólido marco regulatorio y políticas orientadas al sector energético (ERNC), además de un compromiso transversal con la descarbonización. Actualmente, la inversión pública y privada en el sector eléctrico está enfocada en diversificar la matriz de generación. Nuestro objetivo es convertirnos en un país ‘carbono neutral’ para el año 2050, y un reconocido productor y exportador de hidrógeno verde, para ser el futuro laboratorio natural de energía del mundo.
Las posibles complejidades en la aplicación del marco regulatorio y en la ejecución de los proyectos, deben diagnosticarse oportunamente, integrarse en el diseño de la estrategia y así abordarlas adecuadamente. Es fundamental comprender el funcionamiento del Estado y la normativa vigente, involucrar tempranamente a las comunidades y actuar con criterios de sostenibilidad, todo esto como parte del e core del negocio. Nuevos escenarios requieren siempre de nuevas capacidades y formas de abordar los desafíos que pueden llevar a las empresas que invierten y al país, a ser líderes en el crecimiento y desarrollo.
José Luis Uriarte,
socio FUL Consultores
