Servidores públicos: los territorios para escuchar y conectarse con la gente

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Fuerza, confianza y cercanía. O empatía, compromiso, competencia y transparencia. Estos son valores claves cuando se ejerce la labor pública. Mensajes grandilocuentes y llamativos, poco servirán si solo se quedan en eso: en palabras y no en acciones. Y cuando decimos que le debemos mejorar la calidad de vida a los vecinos y vecinas, el desafío es mayúsculo.


Hay que establecer una sana y genuina conexión entre lo que decimos que somos como organización y cómo nos perciben las personas a las que nos debemos: los habitantes de la comuna que requieren de nuestros servicios en Salud y Educación.


Ciertamente, algo no menor. Pues, en esos ámbitos claves de la vida cotidiana, hay que trazar un plan y un programa que conecte a nosotros, las instituciones y autoridades, con la gente. Y generar credibilidad y confianza hacia nuestra imagen. Para eso, no basta solo con decir, sino que hay que hacer. Estamos llamados a generar marcas irremplazables y duraderas desde lo público. Y por supuesto, con un trabajo territorial que genere esperanza en los niños, jóvenes y adultos mayores. De que un mundo mejor, sí es posible y que está al alcance de la mano.


¿Qué es más importante generar en la mente de un vecino o vecina que perdió a un familiar por una enfermedad grave? ¿O en un niño que le va mal en el liceo? ¿O en una mujer sola, o un adulto mayor abandonado por quienes eran sus seres queridos? ¿Una emoción o un producto?


Por consiguiente, la emoción es lo que prevalecerá en la mente de los ciudadanos. En ese vecino desamparado que, al tener un problema, ve que el Gobierno o el Estado, no les abren sus puertas, pero, que el Municipio, a través de la Corporación de Salud y Educación, sí se da el tiempo para escuchar los anhelos y necesidades de las personas. De oír y sentir los problemas como si fueran propios.


En consecuencia, lo central -desde la Comudef- es ejecutar acciones con verdadero rostro humano, otorgando dignidad y “abrazando” a la gente. A ellos nos debemos. Y, para eso, se necesita un compromiso irremplazable por generar calma y amistad con el vecino y vecina en su diario vivir. Ante todo, somos servidores públicos, no simples funcionarios y debemos proyectar, a tiempo completo, esperanza en la mente de las personas.


Con todo esto, programas como la administración del complejo vitamínico B, las carpas de campaña para la atención de enfermedades respiratorias y la propia vacunación contra el covid-19 -que hoy, además del Espacio Esperanza, se amplió a tres centros de salud-, han sido los baluartes de apoyo y contención hacia la gente durante este primer semestre. Y la verdad, como Corporación Municipal de La Florida, no claudicaremos en dejar toda nuestra alma de servidores en las calles, plazas y barrios.



En definitiva, si la gente nos necesita, ahí estaremos y siempre con calidad, rendimiento y responsabilidad a través del equipo multidisciplinario de profesionales que componen nuestra institución en Casa Central, en los centros de salud, liceos, colegios y jardines infantiles. 


Janett Fernández Pizarro

Secretaria general Corporación Municipal de La Florida

europapress