Suspensión de parcelaciones: Necesitamos reglas claras y oportunas
Polémica generó hace unos días la decisión del Ministerio de Agricultura de dictar un instructivo al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) donde solicita suspender las solicitudes de subdivisiones de predios rurales donde existan sospechas de que serán utilizados para fines habitacionales, en lugar de destinos agrícolas.
La medida es cuestionable desde varios aspectos. Primero, porque a través de una resolución administrativa, la autoridad está generando evidentes limitaciones al derecho de propiedad de las personas. Además, causa una inmensa incertidumbre para miles de personas que ven en el campo, en la agricultura y en el turismo una forma de ganarse la vida y mantener a sus familias.
El daño es palpable para los propietarios a lo largo de todo Chile, quienes pueden ver trabados proyectos en los cuales han puesto su esfuerzo y trabajo durante años. El perjuicio puede producirse en distintos niveles, desde pequeños agricultores que ven en la parcelación la oportunidad de obtener recursos que les son necesarios, familias completas que, por ejemplo, a propósito de una herencia se ven en la necesidad de subdividir y también proyectos de inversión que con las reglas del juego existentes se animaron a invertir y desarrollar distintos proyectos. Esta acción y la manera en que fue realizada devela una gran desconexión y desconocimiento de la realidad de los sectores rurales de nuestro país.
Por eso, para evitar estos conflictos y conseguir que las cosas funcionen como deben, las reglas del juego deben ser siempre claras y oportunas. Claras, porque así fijan el marco donde la sociedad se desenvuelve y así todos podemos tomar decisiones oportunas acorde a esta realidad, evitando la incertidumbre y un espacio gris para la arbitrariedad en la interpretación que haga la autoridad. Y oportunas, porque una norma obsoleta simplemente no cumplirá con su objetivo, será superada por la realidad y se transformará en letra muerta.
¿Qué podemos hacer entonces para resolver esta situación? Es importante reconocer que efectivamente existe una situación compleja en la proliferación de loteos en sectores rurales desde dos puntos de vista: el impacto ambiental y la vulneración de la norma al desarrollar proyectos habitacionales que no tienen ninguna vocación agrícola, donde simplemente hay personas que se aprovechan para eludir el pago de impuestos o utilizar el suelo de una manera distinta a la que está destinado originalmente.
Tenemos entonces que saber conjugar distintas situaciones de manera óptima. Por una parte, está la necesaria protección del medio ambiente, entendiendo que el crecimiento descontrolado y no planificado de la ciudad tiene impactos que hay que saber evitar o mitigar. Esto no es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana, menos con una simple resolución administrativa, pues requiere de planificación y diseño. Otro elemento importante es el legítimo derecho que poseen las personas para disponer de sus bienes y aquí creo que radica la gravedad de la decisión de la autoridad, en generalizar la situación. Subdividir un predio agrícola no necesariamente implica cambiar el uso que se le dará al suelo, y esto es muy importante tenerlo claro porque las limitaciones, reglas y requisitos, evidentemente son distintas según sea el caso.
Creo que es posible lograr un equilibrio entre la producción agrícola y el uso de terrenos para la vivienda con principios sustentables, y esa es la tarea a la que debe abocarse la autoridad. Existen los mecanismos para hacerlo con los planes reguladores, la tributación, el pago de contribuciones y por supuesto, una fiscalización eficiente y sanciones en los casos que corresponda. Es una meta posible, pero insisto, no de un día para otro y menos mediante una simple resolución administrativa.
Nuestro país ofrece la posibilidad de proteger ambientalmente distintos territorios y existe también la opción de declarar Zonas de interés turístico. Incluso se puede potenciar, incentivar u obligar en la implementación de tecnologías y mecanismos que tengan a la sustentabilidad como primer objetivo. El equilibrio entre la protección del medio ambiente y el desarrollo se llama sustentabilidad y de aquí en adelante, ese tiene que ser nuestro norte.
José Luis Uriarte,
Socio Fontaine, Uriarte y López Consultores
