Cristóbal Miranda O., Administrador Público

Sobre metros y trenes

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Cartas al director

Sr. Director,



Hace unos días se anunció la construcción de la nueva línea 7 del Metro de Santiago, noticia que celebro como un aporte a nuestra ciudad. Sin embargo, he de ser cauteloso ante el significado de una inversión tan grande, especialmente en un contexto donde cabe preguntarse cuál es el problema específico de nuestro sistema de transporte capitalino, y cómo abordar políticas públicas sobre el tema.

Ante un sistema Red Colapsado, la decisión lógica es, claramente ampliarlo y hacerlo llegar a más sectores de la ciudad. Sin embargo, pareciera ser que aún no se toma en cuenta la forma en que se estructura nuestra red de transportes, ya que estamos ampliando un sistema colapsado que no distribuye, sino que suma a más usuarios que viajan desde nuevos orígenes hacia los mismos destinos.

Es un desafío interesante replantear el cómo diseñamos nuestro transporte, desde una ampliación a una diversificación de alternativas de movilidad. Y un tren urbano, como el Alameda –Nos, es perfecto para esto. La lógica es la siguiente: Hoy, un ciudadano que viaja de Maipú a Las Condes en metro ocupa un espacio que “pierde” alguien que viaja entre Santiago Centro y Tobalaba, quien ha de viajar en un tramo más corto, pero saturando la red en dicho tramo. Una construcción de trenes de cercanías, con paradas en puntos clave de la ciudad, paralelos y complementarios al metro podrían perfectamente tomar la demanda entre las zonas periféricas y los núcleos comerciales/ de negocios, descongestionando el uso extensivo de la red de metro, liberar el espacio del sistema disponible para viajeros, y de paso acortar los tiempos de viaje, al no tener que utilizar una red de metro que se detiene en cada estación.

La dinámica de Santiago, en constante crecimiento, requiere soluciones e ideas nuevas en la forma en que construimos y vivimos la infraestructura de nuestra red de transportes. Extender el metro es una muy buena opción, pero que lamentablemente perpetúa nuestra ultra-dependencia a dicho sistema. Es tiempo de considerar nuevas opciones.


Cristóbal Miranda O.

Administrador Público

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