Interpelado por la prensa a la salida del encuentro en la Pontificia Universidad Gregoriana, que junto a la embajada de Suiza ha organizado el congreso #TheSpiritofGeneva: The Impact of AI on International Humanitarian Law, Parolin ha señalado que, para acabar con las guerras, "hace falta mucha humildad, mucha voluntad, hace falta realmente buscar los intereses generales de la humanidad, en lugar de centrarse en los intereses particulares".
La malversación, se aclara en las motivaciones de la sentencia, es un delito que existe "incluso si el acusado no recaudó dinero para sí mismo y, por lo tanto, no hubo ánimo de lucro personal". En efecto, Becciu no se enriqueció con la venta del inmueble en Londres, pero aún así malversó dinero del Vaticano.
Además ha mandado a dos cardenales a Ucrania para ofrecer sus servicios a la población y a los desplazados: son el polaco y limosnero papal Konrad Krajewski y el checo Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, habló esta semana con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y le trasladó la voluntad de la Santa Sede de "hacer de todo, de ponerse al servicio de la paz".Además reiteró su apuesta en una entrevista con los medios vaticanos, por la vía diplomática, aunque apuntó que la Doctrina Social de la Iglesia "siempre ha reconocido la legitimidad de la resistencia armada frente a la agresión"."Pero creo que ante lo que está ocurriendo es imprescindible preguntarse: ¿estamos haciendo todo lo posible para alcanzar una tregua?
El primero es "naturalmente religioso", a su juicio, y consiste en invitar a una "oración insistente para que el Señor conceda la paz a esa tierra atormentada e implicar a los creyentes en esta oración coral".
El Vaticano dijo el lunes que los sacerdotes y otros ministros de la Iglesia Católica Romana no pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo y que esas bendiciones "no son lícitas" si se llevan a cabo.
Se trata de los religiosos del gobierno pastoral de las diócesis de Rancagua, Alejandro Goic, y de Talca, Horacio Valenzuela, que se suman a la aprobación de la salida de otros tres obispos en el país el 11 de julio pasado