Este período de incertidumbre nos ha permitido apreciar las distintas reacciones de las economías del mundo, para mitigar lo que más se pueda los efectos del COVID-19.
Se trata de un hecho aislado, pero que entrega una señal muy potente: Se hace cada vez más necesario descentralizar la matriz energética.Si como país consiguiéramos este objetivo, podríamos estar mucho más preparados para enfrentar contingencias de este tipo, o incluso otras como por ejemplo el colapso de una línea o una subestación eléctrica completa, que en el pasado ha dejado sin suministro de energía a una considerable cantidad de población.Si bien la vasta extensión de territorio siempre ha sido un obstáculo para lograr la tan ansiada descentralización en todo orden de cosas, al menos en el plano energético actualmente existen valiosos elementos para llevarla a cabo, y tal vez este sea el mejor momento para hacerlo ¿Cómo?