Las energías renovables, tienen un rol clave en este desafío. A diferencia de los sistemas tradicionales —dependientes de grandes centrales y redes extensas—, la generación distribuida mediante parques eólicos, solares o geotérmicos reduce el riesgo de fallos masivos.
Shmigal ha asegurado que esta última ofensiva rusa "ha sido uno de los mayores ataques" contra las infraestructuras energética desde que comenzó la guerra hace ahora dos años.