Mientras la Reserva Federal norteamericana resolvió ayer mantener la tasa de interés, en Chile el Banco Central elevó los tipos a 3%. Las señales en ambos casos fueron de prudencia en el ajuste monetario.
Según plantea el organismo, no se trata solo del volumen de las comunicaciones de los bancos centrales, sino también de la calidad y la claridad de la información.