El informe incluyó datos y estadísticas relativas a la contribución del sector privado al compromiso del país con la Agenda 2030.
En medio de la preocupación por el cambio climático y la necesidad de preservar nuestro medioambiente, resulta desconcertante presenciar actos de irresponsabilidad y vandalismo, que amenazan proyectos valiosos y altruistas, destinados a proteger nuestros ecosistemas.
Se ha visto, últimamente, cómo, ha surgido un movimiento anti-ASG en los Estados Unidos, que ha generado un intenso debate sobre la relevancia de los factores ambientales, sociales y de gobernanza, en las políticas y prácticas empresariales. Este movimiento se caracteriza por acciones y declaraciones de legisladores y políticos que buscan limitar la influencia de los criterios ASG en el ámbito corporativo y de inversión.
Proteger la tierra es urgente y sabemos que debemos redoblar los esfuerzos para cuidar el ecosistema, revirtiendo la grave crisis climática que mantiene al mundo amenazado. La tierra está experimentando un proceso peligroso en el medioambiente a consecuencia de las acciones humanas.
El calentamiento global ya ha causado daños irreversibles en nuestro planeta y el desastre será aún mayor si no aceleramos con urgencia el proceso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que sintetiza ocho años de trabajo, es desolador. En resumen: la tierra ha aumentado en 1,1 °C la temperatura con respecto a la era preindustrial y subiría a 2,8 °C a fin de siglo pese a los compromisos suscritos en el Acuerdo de París en 2015 donde se fijó la meta de no superar las temperaturas globales de 1,5 °C.
Chile peligra por falta de agua. Nuestro país atraviesa la sequía más larga de la región en al menos mil años, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre el estado del clima en América Latina.
La mayor participación de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad ya sea en instituciones del Estado, gremios, gerencias y directorios, no solo es necesaria, sino fundamental para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones, aportando sus conocimientos y experiencia, en beneficio de un mejor país para todos.
En todos los estudios realizados para medir el estado de avance de la Agenda 2030, después de la pandemia, se comprueba un retroceso promedio de cuatro años en el mundo, en todos ellos, y diez, en América Latina, lo que es muy difícil de remontar a solo siete años del plazo.
Mientras los activistas en las últimas Cop han estado levantando pancartas para exigir a los países poner término al uso de los combustibles fósiles en el mundo, el sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria de los Emiratos Árabes Unidos, enviado especial para el cambio climático y cabeza del gigante petrolero ADNOC, (Abu Dhabi National Oil Company) fue designado como presidente de la Cop28, la conferencia anual de la ONU sobre el clima, que este año se realizará en Dubai.
Cada vez más empresas han asumido un rol clave de liderazgo respecto a la importancia de la integración de la sostenibilidad en su modelo de gestión, impulsando un cambio cultural en el sistema económico, en el cual las organizaciones están cada vez más conscientes.
La COP27, recientemente realizada allí, se desarrolló en medio de una profunda crisis económica, desencuentros políticos y la guerra entre Rusia y Ucrania.
La directora ejecutiva de la Red Pacto Global Chile de Naciones Unidas agradeció el reconocimiento otorgado por el IST. Ello, por su compromiso en relevar el papel de la mujer en el fomento de una economía social, inclusiva y sostenible.
Un estudio reciente de ESE, indica que solo un 12% de los directores de empresa tiene una experiencia relevante en sostenibilidad, identificando los factores ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), que hoy, sin duda, deben ocupar un lugar fundamental en la estrategia de las empresas.
Chile asumió la presidencia de la COP25, período que se extendió a dos años, debido a la pandemia, hasta que se realizara la COP26, en Glasgow. Este tiempo de liderazgo fue un impulso para que el país avanzara en materia medioambiental, con logros tan importantes como la gestión para alcanzar la Ley Marco de Cambio Climático, recientemente promulgada, la Estrategia Climática de Largo Plazo, la planificación y acuerdos para el proceso de descarbonización, la transición justa y las NDC (Contribuciones Nacionales Determinadas), siendo Chile uno de los primeros países del mundo en presentar sus NDC ante la ONU.
La conferencia se desarrolló en un momento crítico, en el que el mundo está reforzando sus esfuerzos para crear y promover soluciones que permitan alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030, siendo el ODS14, uno golpeado por el cambio climático y la contaminación, entre otros factores.
Si bien, en el mundo, se ha conseguido progresar ampliando la disponibilidad de agua potable y saneamiento, existen miles de millones de personas que aún carecen de acceso a este servicio básico. De hecho, una de cada tres personas no cuenta con agua potable salubre y dos de cada cinco personas, no disponen de algo tan necesario como una instalación simple, destinada a lavarse las manos con agua y jabón.
En los últimos 20 años, el ecosistema financiero global y latinoamericano ha enfrentado desafíos sin precedentes. En medio de la pandemia global, sus consecuencias, y más aún, la invasión de Rusia a Ucrania, cada vez más inversionistas a nivel mundial y en América Latina comprenden la importancia de la inversión ambiental, social y de gobernanza.
La Tierra será inhabitable en 2050 si no bajamos las emisiones de carbono, según el último reporte del IPCC 2022. Es más, si no combatimos con fuerza y decisión las emisiones de carbono al 2025, nos enfrentaremos a olas de calor extremo, tormentas sin precedentes y catástrofes naturales devastadoras, advierte el informe.
Si continuamos con nuestros hábitos actuales, en 2050 necesitaríamos los recursos naturales de tres planetas como el nuestro para asegurar una vida digna a una población mundial estimada en 9.600 millones de personas, para entonces. Es por ello, que la transición hacia un consumo y producción más sostenible, además de consolidar una economía circular, es urgente.