Estudios indican que generamos 400 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales el 75% se convierte en residuos y buena parte termina en el océano y fuentes de agua de consumo humano, afectando no solo ecosistemas sino también nuestra salud.
Estos eventos indican una clara señal de que el cambio climático se agudiza año a año, lo que sigue generando enormes daños en la producción de alimentos, viviendas e incluso la salud mental de la población. Frente a esto, la preocupación de las comunidades crece y exige acciones concretas.