A través de encuentros y diálogos con la sociedad civil y la infancia, se logró aportar una perspectiva valiosa para asegurar que las voces de los más jóvenes, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad, fueran escuchadas y consideradas en la formulación de esta política.
Todas estas tareas son complejas, especialmente cuando existen estresores ambientales que pueden generar problemas de salud mental en una etapa tan frágil.