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Mario Astorga |
Creo que la gran mayoría de los chilenos cree, junto con Winston Churchill, que “la democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás”. Muchos autocomplacientes comparan los altos niveles de abstención y la irrupción de las movilizaciones y olas de violencia que se le han colado a las mismas, con lo que está ocurriendo en otros países; aún cuando no se pueden desconocer las tendencias internacionales, es una decisión de cada sociedad cuanto se deja permear por ellas.
Hace unos días, en este mismo periódico, escribí una columna que se titulaba ¿Cómo enfrentar la crisis? La idea de la columna era mencionar tres tipos de crisis que está viviendo el país.
Chile está viviendo una de las principales crisis de su historia, y sin lugar a dudas la principal crisis desde la recuperación de la democracia. Son varias las dimensiones de esta crisis.
Al menos no lo estoy entendiendo. ¿Por qué le dio la capacidad de intuir los procesos socio-políticos futuros a quien no es capaz de lograr que su mensaje tenga eco?
Hoy día el país se divide en tres falsas disyuntivas
Aunque a la encuesta “Pulso Ciudadano” de Activa Research, es precedida por la mala reputación de las encuestas políticas, desprestigio bien ganado en la última elección presidencial, muestra resultados tan coherentes entre sí, que es conveniente revisar con calma.
Hagamos todo lo posible por frenar la locura, la destrucción, la violencia, por enfrentar, aunque nos signifique malos ratos, la irracionalidad argumental.Creo que la derecha económica, aquella que cree que TODOS los errores de mercado se corrigen con más mercado y que los ERRORES de Estado también se corrigen con más mercado (aunque ya está demostrado que se llama mercado a competencia con colusión, con abuso de posición dominante, etc.,) esa derecha, ya se dio cuenta que se le paso la mano con las prebendas que le dio el modelo y con las expoliaciones por distintos medios al bienestar de las grande Mayorías ( AFP, ISAPRES, Colusiones, publicidad engañosa, créditos usureros, etc.); Es el momento de comenzar a concretar los cambios necesarios, no de seguir echándole bencina a la hoguera.