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Margarita Ducci |
Sin duda, hoy el mundo está viviendo momentos difíciles: una guerra desatada, una crisis económica y social de horizontes inciertos, y una emergencia climática sin precedentes.
Las expectativas en materias ambientales del gobierno que asume, son un tremendo desafío para Chile. Se venía avanzando en políticas nacionales y compromisos internacionales, que ahora habrá que revisar, continuar y perfeccionar. Claramente, el impacto de las propuestas de la Convención Constituyente, serán motivo de análisis profundo, en las instancias que siguen, cuando sabemos que los Derechos de la Naturaleza, los Bienes Naturales Comunes y el Modelo Económico, se han transformado en los ejes de la discusión y de acuerdos al respecto, en el seno de la comisión a cargo, y en los 2/3 requeridos, del pleno.
La mayor participación de la mujer en todos los ámbitos y hoy principalmente en política, no solo es necesaria sino fundamental para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones que afectan sus propias vidas, así como aporten sus conocimientos y experiencia, en beneficio de una mejor sociedad para todos. Supone un modelo de Estado más inclusivo y hace realidad una virtuosa complementación entre los roles y el trabajo de hombres y mujeres, para conformar una sociedad más equilibrada y justa.
Hoy en día la información conocida, en materia de gobernanza, aspectos medioambientales y laborales, de las empresas, construyen la confianza en su solidez y coherencia en lo económico, político y social resultando trascendentales en la toma de decisiones a la hora de invertir. Ya no es una tendencia, es un factor que se ha instalado, otorgando un reconocido valor a nuestro entorno y bienestar.
La grave crisis sanitaria, económica y social generada por el COVID-19 ha postergado una cantidad importante de programas medioambientales que se estaban desarrollando en nuestro país. Es que lo urgente, siempre supedita cualquier otro ámbito del quehacer humano.
Quedan pocos días para que los ciudadanos votemos cada uno como máximo, por siete iniciativas populares de norma, propuestas para la nueva Constitución
En la reciente COP26, Chile lideró una variedad de iniciativas entre ellas el plan “Ciudades 2050” para cumplir con las metas establecidas para el sector construcción, en la Estrategia Climática de Largo Plazo de Chile (ECPL), la que define el marco para alcanzar la carbono neutralidad al 2050. Sabemos que son muchas las problemáticas que hoy estamos enfrentando como sociedad y que, sin duda, desafía a nuestras ciudades en Chile y a sus habitantes.
Hoy, frente a la grave crisis sanitaria, económica y social a nivel planetario, el agua se torna, ahora más que nunca, imprescindible para combatir la pandemia y sus variantes. Por esta razón, en medio de esta catástrofe, debemos no solo garantizar agua para la vida de los seres humanos y las especies en la tierra, sino también, asegurar que este recurso primordial sea asequible, libre de contaminación y gestionado de forma eficiente y sostenible.
Durante la COP26 desarrollada en Glasgow, se escucharon todo tipo de anuncios. Ya se contaba con el acuerdo del G20, recién reunido en Roma, en el que las 20 naciones más desarrolladas, reafirmaron el objetivo del Acuerdo de París, de limitar el alza de la temperatura del planeta por debajo de los 2ºC, continuar sus esfuerzos para limitarla a 1,5ºC y alcanzar niveles preindustriales.
Chile se ha alzado como uno de los países líderes que se ha comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, junto a ello, Pacto Global ha colaborado en visibilizar los esfuerzos que realizan las empresas chilenas como actores activos de los desafíos que implica la Agenda 2030.