Margarita Ducci



Margarita Ducci

Hace algunos días se desarrollaron varios eventos mundiales de manera paralela en la sede de la ONU en Nueva York, donde tuve la oportunidad de participar, representando a la red de Chile, de Pacto Global y a nuestras empresas socias. La Cumbre de Líderes de Pacto Global de Naciones Unidas que se realiza cada año, este 2024 estuvo marcada por un llamado a una acción colectiva eficaz y un compromiso ineludible de las empresas, con metas específicas en cinco áreas concretas para avanzar en los ODS, que llevan un significativo atraso. En ese contexto, la ciencia, la tecnología, la innovación, la inteligencia artificial y la cooperación conformaron pilares fundamentales para plantear soluciones viables y avanzar hacia un futuro más equilibrado.

A pocas semanas de celebrarse la COP 29, en Bakú, Azerbaiyán, el mundo se enfrenta a un desafío crítico: transformar promesas en acciones tangibles. La COP 29 ya ha sido apodada la “COP de las finanzas”, pero más allá de la retórica y las expectativas, este evento representa una oportunidad histórica para que las empresas del mundo tomen un rol protagónico en la lucha contra el cambio climático. El presidente designado de la COP 29, Mukhtar Babayev, ha subrayado que se necesitarán “todas las manos a la obra” para avanzar en los dos pilares fundamentales: el aumento de la ambición y la facilitación de las medidas concretas de acción.

El avance en una mayor participación de la mujer en todas las áreas, sectores y actividades no sólo es necesario, sino fundamental, por el enorme valor que tiene su contribución a la toma de decisiones, y el aporte que significa, contribuir con sus conocimientos y experiencia en beneficio de una sociedad mejor para todos.

Crear espacios y soluciones que impacten de manera positiva al entorno y a la sociedad en su conjunto, es fundamental en la actualidad, donde la sostenibilidad y los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) se han convertido en aspectos cruciales para el éxito empresarial y su reputación. Ese reconocimiento se traduce en una mayor lealtad de sus colaboradores y de sus clientes y crea confianza en todos sus grupos de interés. Por consiguiente, un mejor posicionamiento en el mercado, aportando más valor al negocio.

En el contexto empresarial, el respeto de los derechos de las personas funciona como una hoja de ruta hacia diversas temáticas de gran relevancia para las organizaciones, tales como el concepto amplio de desarrollo sostenible, la gestión de los riesgos externos a la empresa, el cumplimiento normativo y la generación de una cultura cohesionadora y productiva.

En un mundo en constante transformación y cada vez más consciente de los desafíos medioambientales, las empresas enfrentan dilemas inéditos: En síntesis: ¿Cómo crecer de manera sostenible sin comprometer nuestro planeta? La respuesta radica, por supuesto, en sus posibilidades y en el grado de compromiso con su entorno y la sociedad. Las soluciones van de la mano también con el nivel de desarrollo de la innovación y la prioridad otorgada a la sostenibilidad, un balance que debe converger para la encontrar la fórmula óptima.

La innovación implica la creación y aplicación de nuevas ideas, procesos, productos o servicios que generan valor, mientras que la sostenibilidad se refiere a satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. 

En 2022, Naciones Unidas proclamó el 30 de marzo Día Internacional de Cero Desechos, para crear conciencia y lograr el desarrollo sostenible del planeta. Promover esta iniciativa puede ayudar a que se lleve adelante las metas de la Agenda 2030 incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles” y el 12 “Producción y Consumo Responsable”. Estos ODS abarcan todas las formas de residuos o desechos, entre ellos la pérdida de alimentos, la extracción de recursos naturales y los residuos de todo tipo.

La nueva palabra “permisología” está hoy en el centro del debate y es fundamental conectarla con la sostenibilidad. Es indispensable el rigor que los procesos de aprobación que todo proyecto debe tener, en cualquier lugar del mundo, para garantizar la protección ambiental y social, sin embargo, para impulsar toda economía, es crucial encontrar un punto de equilibrio racional, que no sólo fomente el desarrollo, sino también, que establezca criterios claros, cree un contexto regulatorio acorde, y evite cambios de opinión subjetivos, que acaban por afectar numerosos planes, obras y cuantiosas inversiones, por falta de claridad, desde su inicio.

El avance en una mayor participación de la mujer en todas las áreas, sectores y actividades no sólo es necesario, sino fundamental, por el valor que tiene su contribución a la toma de decisiones, que además afectan sus propias vidas, así como también aporten sus conocimientos y experiencia, en beneficio de un desarrollo equilibrado y una mejor sociedad para todos. Supone un modelo más inclusivo y una virtuosa complementación entre los roles y el trabajo de hombres y mujeres, para conformar una humanidad diversa y equitativa.