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Felipe Oelckers |
En el último año y con las cifras presentadas por el Banco Central sobre el mes de septiembre de un crecimiento del 0%, Chile ha enfrentado un contexto económico desafiante y errático, caracterizado por un bajo crecimiento que ha generado inquietudes tanto en el sector empresarial como en la población en general. Este fenómeno no solo está afectando a las grandes corporaciones, sino que tiene un impacto directo en el ecosistema de emprendimientos que ha sido, históricamente, uno de los ejemplos a nivel mundial y uno de los motores de la economía chilena.
En los últimos años, Chile ha sido testigo de una evolución negativa en su marco legal en materia tributaria, alejando a las empresas a invertir.
La corrupción política ha sido un fenómeno que ha marcado la historia de muchos países, incluyendo a Chile. Siempre se ha pensado que Chile no es corrupto, pero a lo largo de las últimas décadas hemos sido testigos de escándalos que han sacudido la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.
Cada septiembre, Chile se viste de gala para celebrar sus Fiestas Patrias, una época en la que el país entero se llena de colores, música y, sobre todo, de un espíritu festivo que une a familias y comunidades. Sin embargo, tras la alegría de las ramadas y fondas, se encuentra un mundo vibrante de emprendimiento que no solo enriquece la celebración, sino que también impulsa la economía local.
Los empresarios son visionarios, ven el futuro. Esta cita la aprendí del padre de mi mejor amigo, un gran empresario de Chile. Aún tenemos en la retina los efectos negativos de la última pandemia. Hoy estamos ad-portas de que tengamos una nueva pandemia. Algo hemos aprendido, pero creo que los empresarios y emprendedores deben considerar en sus planes para el 2025 la posibilidad de que exista una nueva pandemia y preparar sus negocios para este escenario.
En los últimos años, el emprendimiento femenino ha cobrado cada vez más relevancia en Chile, con un crecimiento significativo en el número de mujeres que deciden lanzarse a la aventura de iniciar su propio negocio. De hecho, en Estados Unidos más del 40% de los negocios que existen tiene a una mujer como fundadora. Sin embargo, a pesar de los avances, aún existen numerosos desafíos que enfrentan las emprendedoras en el país.
El emprendimiento urbano es un fenómeno creciente en las ciudades de Chile. Se ve impulsado por varias razones: la búsqueda de independencia económica; la posibilidad de desarrollar otros talentos y ocupar la creatividad, además de la motivación y la pasión por comenzar un negocio propio.