Los Estados miembros de la Unión Europea defenderán en las negociaciones del próximo presupuesto a largo plazo de la UE que los fondos comunitarios refuercen las interconexiones energéticas transfronterizas, con el objetivo de mejorar la seguridad del suministro, avanzar en la integración del mercado interior de la energía y apoyar el despliegue de energías renovables.
Así consta en el mandato parcial adoptado por el Consejo este lunes, que fija la posición de los Veintisiete de cara a las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre el Mecanismo Conectar Europa (MCE), una de las principales herramientas de la UE para financiar infraestructuras estratégicas.
En materia energética, los Estados miembros apuestan por eliminar los cuellos de botella en las interconexiones y poner fin al aislamiento energético de determinadas regiones, como la Península Ibérica, así como por reforzar la resiliencia de las infraestructuras energéticas críticas, también frente a amenazas cibernéticas.
"El acuerdo de hoy refuerza el apoyo a proyectos transfronterizos y garantiza que ningún Estado miembro quede aislado. Una Unión Europea más conectada reducirá los precios de la energía, fortalecerá la competitividad y mejorará la seguridad energética", ha explicado Lars Aagaard, ministro de Energía, Clima y Servicios Públicos de Dinamarca.
El pacto define las normas de funcionamiento del futuro Mecanismo Conectar Europa, pero deja fuera, por ahora, las cuestiones financieras, que se debatirán más adelante en el marco de las negociaciones generales del próximo marco financiero plurianual.
Según la posición del Consejo, el MCE actualizado deberá seguir apoyando proyectos con dimensión transfronteriza tanto en energía como en transporte, incluidas infraestructuras de doble uso para la movilidad militar, con el objetivo de reforzar las redes críticas europeas y acelerar la transición hacia un sistema energético más limpio.
La posición del Consejo respalda, además, el apoyo a proyectos transfronterizos de energías renovables que contribuyan a la descarbonización y a la integración del mercado interior de la energía.
En el ámbito del transporte, los Estados miembro proponen ampliar la lista de proyectos de interés común y concentrar las inversiones en los corredores prioritarios de movilidad militar de la UE, subrayando al mismo tiempo la necesidad de respetar la soberanía nacional y los procesos de toma de decisiones de cada país.
El mandato aprobado permite ahora al Consejo iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre el MCE, mientras que la decisión sobre el volumen final de financiación del programa dependerá del acuerdo global sobre el próximo marco financiero plurianual.