MADRID 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La comisión sobre vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estadounidenses ha retirado este viernes la recomendación de vacunar de hepatitis B a los recién nacidos en Estados Unidos, una postura vigente desde 1991.
La vacuna contra la hepatitis B se administra generalmente a los bebés en tres dosis, siendo la primera de ellas 24 horas después del nacimiento, mientras que la segunda y tercera se suministran al mes o a los dos meses y entre los seis y 18 meses de edad, respectivamente.
La comisión sobre vacunas de los CDC ha determinado así que serán los propios padres quienes decidan, en consulta con los profesionales pertinentes, si el primer pinchazo de la vacuna de la hepatitis B se pone 24 horas después del nacimiento o se retrasa hasta los dos meses en el caso de que la madre haya dado negativo en la prueba.
En cambio, para los bebés nacidos de madres que den positivo en hepatitis B --virus que puede transmitirse de madre a hijo durante el parto-- la recomendación de vacunación 24 horas después de dar a luz se mantiene, según ha recogido la cadena NBC News.
Esto se produce después de que el secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr. --que ha cuestionado reiteradamente la eficacia de las vacunas-- despidiera el pasado mes de junio a 17 expertos de la comisión por un presunto "conflicto de intereses" y los reemplazara por afines a las posturas de la Administración de Donald Trump.
El Gobierno estadounidense también nombró al subsecretario del Departamento de Sanidad, Jim O'Neill, al frente de los CDC en sustitución de Susana Monarez, a quien acusó de mentir después de que ella denunciara haber recibido presiones para aceptar sus narrativas antivacunas.
La Casa Blanca aseguró que los cambios respondían al compromiso tanto del presidente estadounidense, Donald Trump, como de Kennedy para "restaurar la confianza, la transparencia y la credibilidad de los CDC". "El presidente tiene la autoridad de despedir a quien no esté alineado con su misión", indicó su portavoz, Karoline Leavitt.
Kennedy se ha mostrado en contra de numerosas vacunas, incluyendo la de la COVID-19, que llegó a definir como la "más letal jamás fabricada". Asimismo, también ha llegado a respaldar las teorías de la conspiración de que las vacunas causan autismo.