​"Permisología": Es hora de soluciones estructurales

|

Francisca Cruz,



La “permisología” está estrangulando el desarrollo inmobiliario en Chile; convirtiéndose en un laberinto burocrático y costoso. Las cifras demuestran la gravedad del problema: en 2024, el tiempo promedio para tramitar y construir un proyecto de vivienda alcanzó los 1,905 días, un aumento del 41% en comparación con 2019. Solo la obtención de los permisos de edificación, que deberían tomar 90 días, se extiende a 225 días, mientras que las recepciones finales se demoran 95 días, más del triple del tiempo óptimo.


Aunque se han realizado esfuerzos legislativos, como la Ley N° 21.718, sus efectos aún no se han consolidado por completo. Esta ley busca reducir los plazos de las Direcciones de Obras Municipales (DOM) a 30 días, formalizar el silencio administrativo negativo, y fortalecer la vía de reclamación. También introduce un régimen de declaraciones juradas donde los profesionales asumen responsabilidad directa.


Del mismo modo, el Proyecto de Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales (LMAS) se presentó como una reforma significativa, buscando estandarizar y modernizar los procedimientos. Sin embargo, su impacto en la construcción es limitado, ya que deja fuera del proyecto muchas autorizaciones tramitadas por las municipalidades y DOM.


Las soluciones deben apuntar a una reforma más profunda y sistémica. En primer lugar, es imperativo tener Planes Reguladores Comunales actualizados, simplificados y con enfoque regional. En segundo lugar, una de las palancas que permitirá agilizar fuertemente el proceso, seria redefinir el punto de control principal de las Direcciones de Obras Municipales, es decir: controlar la etapa de otorgamiento del permiso de edificación (entrada) o la recepción final de la obra (salida). Si el permiso de edificación ya fue revisado exhaustivamente por la DOM, carece de absoluto sentido que la recepción final deba someterse a un visado igualmente extenso y redundante.


Si nos comparamos con Japón, un permiso de edificación, independiente del lugar o autoridad a cargo demora no más de 2 meses y la recepción municipal 2 semanas. La Industria sabe que estos son los tiempos , que no habrá diferencia , que las reglas y tiempos son claros desde un comienzo.


Es fundamental empoderar a los Revisores Independientes, otorgándoles una autonomía real en las recepciones finales de proyectos, especialmente aquellos en los que ya han intervenido en la fase de permiso. La Ley 21.718 ya sienta un precedente en este sentido. De esta forma, las DOM centraría sus limitados recursos en fiscalizar obras más complejas o etapas específicas, agilizando drásticamente los tiempos y haciendo más eficiente su labor.


La "permisología" no es un problema menor; es un freno al crecimiento, a la inversión y, en última instancia, al derecho a la vivienda. Es momento de ir más allá de los paliativos y atacar las causas estructurales, definiendo controles inteligentes, empoderando la responsabilidad profesional y simplificando un entramado normativo que hoy asfixia el desarrollo de Chile.


Francisca Cruz, Gerente de Desarrollo y Construcción en AKIKB

europapress