Chile dio a conocer su interés por el desarrollo espacial nacional desde fines de la década del 50 con la firma de un Acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos y la creación de un Centro de Estudios Espaciales en Peldehue a cargo de la Universidad de Chile, que duró hasta 2008. A partir de 1980 se crearon Comisiones Asesoras Presidenciales mediante Decretos Supremos con el propósito de elaborar una Política Nacional Espacial y gestionar un proyecto de ley que creara una Agencia Espacial con patrimonio y personalidad jurídica propios.
Han pasado 65 años y Chile no ha podido crear una Agencia Espacial, quedando cada día más atrasado en esta temática del uso, exploración y explotación del espacio ultraterrestre con fines pacíficos (… y quizás con otros fines), observando cómo todos los demás países de Sudamérica, Centroamérica y los demás continentes logran ese objetivo estratégico, accediendo a valiosos proyectos de cooperación internacional en temáticas de ciencia, tecnología e innovación, y ocupándose de problemas globales como son el cambio climático, el avance de la desertificación, el peligro de impactos de asteroides con la Tierra, crisis hídrica y otros.
El autor de esta columna ha reiterado esta preocupación a través de los años en los medios que me han dado la oportunidad. De hecho, en octubre de 2011 escribí un artículo titulado “NON PAPER, Razones ya existentes para activar una Agencia Nacional del Espacio en Chile” del cual extraigo algunos conceptos que siguen vigentes:
La última Comisión Asesora Presidencial vigente es el denominado Consejo de Política Espacial, en conjunto con el Comité Ejecutivo Espacial creado mediante el Decreto Supremo N°24, publicado el 15 de marzo de 2022. El Consejo estará presidido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación e integrado por los Ministerios de Interior y Seguridad Pública, Relaciones Exteriores, Defensa Nacional, Bienes Nacionales y Transportes y Telecomunicaciones. Dentro de sus objetivos, el Consejo debe cumplir con las tareas esenciales detalladas en los Artículos 2 y 5 del Decreto, que el Ministerio de Ciencias ha resumido de la siguiente forma:
- Informar al presidente de la República sobre el estado de cumplimiento de los objetivos de la Política Nacional Espacial y de la ejecución del Programa.
- Proponer al presidente de la República, sobre criterios de asignación de fondos y las iniciativas legislativas y administrativas destinadas a dar cumplimiento a los objetivos de la Política y la ejecución del Programa.
- Asesorar al presidente de la República en la elaboración y revisión, con mirada sistémica y de largo plazo, de la Política y del Programa.
La comunidad espacial nacional estuvo esperanzada con la creación del nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación mediante la Ley Nº 21.105 publicada el 3 de agosto de 2018 y que dejó estipulada su función de velar por el desarrollo y promoción de la actividad espacial en el país, debiendo coordinarse en este ámbito especialmente con el Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Finalmente tuvimos la ilusión de que la temática espacial/satelital había encontrado su domicilio natural después de haber deambulado en los Ministerios de Defensa, Economía, Fomento y Turismo, Agricultura y en Transportes y Telecomunicaciones. Este último Ministerio, a través de la Comisión Asesora Presidencial para el Desarrollo Espacial, logró publicar la Política Nacional Espacial 2014 – 2020, la que aún no se actualiza.
Después de casi 7 años de la creación del Minciencia, no hemos logrado la implementación de la más mínima institucionalidad mediante ley de una Agencia Espacial y nos hemos conformado con “acompañar” todas las iniciativas espaciales/satelitales que elabora la Fuerza Aérea de Chile, sin siquiera implementar una pequeña unidad orgánica en su Subsecretaría con profesionales dedicados al uso y exploración del espacio ultraterrestre, que pueda hacer de contraparte a la FACH que ya cuenta hace unos años con una Dirección Espacial, que incorporó el Servicio Aerofotogramétrico. Ya están próximos a poner a disposición del país un tremendo Centro Espacial Nacional en la comuna de Cerrillos, donde podremos iniciar la manufactura, integración y prueba de nuevos nano satélites y microsatélites de hasta 100 kg.
Pero más allá de los costos del retraso en la inversión en ciencia y tecnología con la promesa de llegar al 1% del PIB, pareciera que no hemos sopesado las graves faltas en que ya hemos incurrido por no cumplir con los 5 tratados del Espacio de las Naciones Unidas. ¿Qué pasará cuando un satélite lanzado por Chile al espacio sufra un accidente y caiga en otro territorio?
Estimo que es innegable la conveniencia de que el Minciencia pudiera implementar una Oficina de Asuntos Espaciales provisoria, creada por decreto, a fin de que sea esta oficina la que genere la propuesta de ley definitiva de la Agencia Nacional Espacial de Chile. De forma complementaria, la Oficina asumiría en forma permanente durante todo el año las tareas del Comité Ejecutivo Espacial.
Lo anterior, se justifica atendiendo que desde el Lanzamiento del Programa Satelital SNSAT, el Ministerio de Ciencias asumió la responsabilidad civil gubernamental, presidiendo la Comisión Asesora Presidencial creada por el DS 24 de marzo de 2022. Sin embargo, se han encontrado las siguientes observaciones:
Se propone que el Ministerio de Ciencias cree una Unidad Orgánica con una dotación mínima inicial de unos 6 funcionarios, que se integren inmediatamente al trabajo del Consejo de Política Espacial y al Comité Ejecutivo Espacial con las siguientes prioridades mínimas y no excluyentes:
1. Elaboración de un Proyecto de Ley de creación de una Agencia Espacial Chilena, civil, gubernamental, con personalidad jurídica y patrimonio propios;
2. Elaboración de un Proyecto de Ley sobre Actividades Espaciales de tal manera de cumplir con el Corpus Iuris Spatialis y otras normas internacionales asociadas (ejemplo UIT).
3. Apoyo a la Cancillería en la definición de alianzas estratégicas, revisión y actualización de acuerdos bilaterales espaciales y definición de otros Acuerdos o MOU, y participación en sesiones técnicas y jurídicas del Comité para el Uso Pacífico del Espacio Ultraterrestre (COPUOS).
4. Apoyo a la Subsecretaria de Telecomunicaciones en la administración y gestión de las comunicaciones satelitales.
5. Coordinación y apoyo con las autoridades pertinentes en la definición de un Sistema Educacional Espacial Nacional.
6. Definición en conjunto con DIPRES en la determinación de una glosa presupuestaria en el Presupuesto Anual de la Nación, que incluya el Sistema Nacional Espacial.
7. Ejecución de las tareas que ya se han considerado en las sesiones del Consejo de Política Espacial y del Comité Ejecutivo Espacial.
8. El presupuesto anual inicial de esta Oficina no debiera exceder de 500 millones de pesos ($500.000.000 CLP) necesarios para el funcionamiento de una dotación de seis funcionarios de alta especialización en el ámbito espacial, con sus respectivos equipamientos, arriendo de oficina, mobiliario y comisiones de servicio.
Hector Gutiérrez Méndez,
Ingeniero Civil Electricista USACH, Master of Science in Satellite Engineering (U Surrey UK), Ingeniero Proyectos Satelitales FASAT Alfa, Bravo y Charlie. Miembro Fundador de la Asociación Chilena del Espacio ACHIDE AG