Conmemorar el día de la Tierra es una invitación a honrar con profundo agradecimiento a nuestro planeta y a todos los ecosistemas que habitan en ella. Además es un urgente llamado a reflexionar sobre cómo hemos alterado sus equilibrios y cómo podemos ser agentes de cambio para lograr un desarrollo regenerativo. Esto no debe quedar solo en la reflexión, sino también en la acción.
Recordemos que estamos viviendo uno de los períodos más complejos y críticos: a nivel de cambio climático, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra en 2024 fue la más cálida registrada desde que comenzó el mantenimiento de registros en 1880, según datos aportados por el Instituto de Estudios Espaciales de la NASA - GISS; siendo 1,47 grados Celsius más cálida que en el promedio preindustrial de finales del siglo XIX.
El desarrollo regenerativo viene a mostrarnos un gran paradigma que da respuesta a las diversas crisis que está experimentando nuestra Tierra y sociedad: crisis climáticas, sociales, económicas y de diversos ámbitos, que están presentes en mayor o menor medida, en cada territorio y contexto.
En Fundación Lepe buscamos promover iniciativas comunitarias de desarrollo regenerativo que respondan con mayor urgencia a la situación planetaria actual, mediante líneas de trabajo que se enmarcan en seis ámbitos: soluciones basadas en la naturaleza, seguridad alimentaria, economía circular, agua, patrimonio y turismo sustentable y regenerativo.
A lo largo del país, programas como Fondo Común Regenerativo y Vivo Curimón en el Valle del Aconcagua han impulsado acciones concretas para cuidar la Tierra, con iniciativas que promueven una producción y consumo más sustentables y regenerativos. En Curimón, destacan la restauración ecológica comunitaria y la educación al aire libre en el Parque Natural Cerro San Francisco, que solo en 2024 reunió a cerca de 1.500 personas.
En Villa Alemana, se han recuperado más de 2.000 metros cuadrados del Parque La Reserva de Peñablanca mediante soluciones basadas en la naturaleza. En Talagante, la agrupación Frente de Río ha restaurado la ribera del Mapocho y desarrollado cinco núcleos de bosque Miyawaki. En seguridad alimentaria, proyectos como los de Cooperativa La Manzana, Semilla Austral y Las Palmas de Olmué incorporan prácticas agroecológicas regenerativas, mejorando la salud de los suelos, preservando la biodiversidad y promoviendo un consumo consciente, saludable y en armonía con los ecosistemas.
De esta manera, promovemos soluciones enfocadas en el bien común, que reparen el deterioro planetario desde los mismos territorios, poniendo en valor la identidad y conocimiento local, fortaleciendo tejido social, impactando de manera positiva y colaborativa en los diversos sistemas, en pro de un futuro que recupere el equilibrio entre naturaleza y desarrollo humano.
Consuelo Romano Nazer,
Ingeniera agrónoma y directora Ejecutiva de Fundación Lepe