​La importancia de un control interno ágil

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Mauricio Alvarado

En un mundo en constante y rápida evolución, la capacidad de adaptarse a las metodologías ágiles se ha convertido en un elemento esencial para el éxito corporativo, y esto también se aplica al control interno. Esta adaptabilidad permitirá a los encargados de esta función y a todas las unidades de apoyo a la administración desarrollar habilidades y herramientas que aportarán un mayor valor al negocio en el entorno y escenario actuales.


Por ello, nos debemos preguntar: “¿Cómo podemos integrar la perspectiva de las funciones de control interno y riesgo operacional en un proyecto gestionado con una metodología ágil, y al mismo tiempo destacar la importancia de no sacrificar los controles básicos en aras de la agilidad?”


Una de las mejores prácticas es la que persigue la integración de objetivos cortos y medibles en las unidades participantes de estos planes, en contraposición a la evaluación de riesgos y controles durante los mismos sprints del proyecto. Esto posibilita la medición de las metas clave en cada etapa del plan, lo que permite conocer de forma rápida y objetiva el entorno de vigilancia y de nuestro apetito y tolerancia al riesgo, garantizando la inclusión de los controles necesarios.


Todo esto implica también un gran desafío en la cultura organizacional debido a la propia naturaleza de las áreas de control interno y riesgo operacional, que desempeñan un papel crucial al acompañar a las demás unidades involucradas en la comprensión de la función y en ofrecer apoyo como segunda línea de defensa.


Otro aspecto importante a tomar en consideración es que la agilidad se traduce en adaptabilidad y flexibilidad, dos conceptos indispensables en la era de la transformación digital. Por ello, las áreas de control interno deberán admitir la equivocación, pero gracias a la agilidad, hablaremos de un error a tiempo y con un menor impacto. De esta manera, los responsables facilitarán la comprensión oportuna de los riesgos y los procesos evaluados, reduciendo el esfuerzo, al generar información de calidad con menor volumen de documentación. Se acepta el fallo, pero se impulsa la creatividad en los elementos de controles claves: generaremos periodos más eficientes de entrega de resultados de alto valor y fomentaremos el crecimiento y desarrollo de la segunda línea de defensa, cada vez más empoderada y comprometida, que ayudará a mejorar la percepción de su función a nivel corporativo.


En resumen, el control interno ágil agrega valor al enfocarse estratégicamente en las actividades y temas críticos, adaptándose a los cambios, y proporcionando revisiones y monitoreos continuos para respaldar la toma de decisiones. En última instancia, su contribución radica en ofrecer una perspectiva confiable y un apoyo crucial en un entorno de control corporativo en constante cambio. 


Mauricio Alvarado, 

Encargado de Control Interno y Gestión de Riesgo de Solunion en Chile


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