¿Qué puede hacer la Inteligencia Artificial por los gobiernos?
La Inteligencia Artificial y sus ventajas tienen una multiplicidad de objetivos, y alcances, siendo el análisis de variables y la generación de resultados exactos una de sus grandes ventajas. Menciono esto al inicio de esta columna para que se tenga claro que el análisis de data es la clave en esta reflexión.
Cualquier elección política, especialmente parlamentaria o presidencial, significa un cambio importante para un país. Se trata de un evento cuyo peak se produce el día de las votaciones, pero que en la práctica se inicia varios meses antes, incluso años. Aunque a primera vista la Inteligencia Artificial (IA), no tiene mucho que ver en este ámbito, lo cierto es que ya es parte de nuestras vidas y la política y los gobiernos no son la excepción.
Veamos por qué: Si la razón de ser de la Inteligencia Artificial es el análisis de grandes cantidades de información para entregar resultados que ayuden a las personas a tomar decisiones más eficientes, lo lógico sería utilizar estos repositorios para, desde el mundo político, detectar cuáles son los problemas más recurrentes, conocer sus causas, estudiar cómo han intentado resolverse antes y luego, con toda esa data en mente, presentar propuestas que contribuyan a mejorar el relacionamiento con las comunidades, entendiendo sus necesidades concretas y entregando respuestas personalizadas.
Otra ventaja de la Inteligencia Artificial es su imparcialidad en la entrega de información. Los datos son objetivos y en la era de la transparencia que vivimos actualmente, cualquier persona puede acceder a ellos y consultarlos. Siendo así, las decisiones que tomen las autoridades no se basarán en favores políticos o intereses ocultos para el público, sino que será la Inteligencia Artificial la fuente de las decisiones tomadas por y para las personas, las que luego se materializarán en políticas públicas.
Respondiendo a la pregunta que titula esta columna, qué puede hacer la IA por los gobiernos, hay que decir que las posibilidades son amplias e incluyen principalmente el análisis predictivo y la detección.
En el caso del primero, las predicciones pueden ayudar a los gobiernos a aplicar políticas preventivas. Un ejemplo de ello es estudiar las zonas donde se produce más delincuencia y los motivos, para después aplicar medidas concretas para bajar esas cifras. También la IA puede identificar las zonas de una ciudad que cuentan con menos áreas verdes por densidad de habitantes y llevar a la implementación de iniciativas de construcción de más parques. Otra área de utilización es la relacionada con la entrega predicciones sobre la base de información incompleta. Por ejemplo, el análisis predictivo puede utilizarse para trazar un árbol de decisiones con todos los resultados posibles, lo que facilitará la toma de decisiones por parte de las autoridades.
En cuanto a la detección, el objetivo es detectar automáticamente registros de datos individuales o patrones dentro de conjuntos de datos masivos y complejos, con el objetivo de identificar aquellos que son anormales o inusuales. Esto podría traer beneficios sociales en cuanto a índices de delincuencia, medioambiente, salud, educación, ciberseguridad y muchos otros.
La Inteligencia Artificial puede tener un importante impacto en las políticas y servicios públicos. Los futuros gobiernos tienen en sus manos la opción de utilizarla para diseñar mejores políticas y tomar mejores decisiones, para perfeccionar así su relación con las comunidades de las que están a cargo y aumentar la calidad y efectividad de sus políticas. Es cierto que cada gobierno es único y tiene sus particulares oportunidades y desafíos, pero existiendo data disponible para analizar, podemos confiar en que la aplicación de la IA entregarán propuestas customizadas y beneficiosas para cada caso.
Nicolás Vilela,
Emprendedor, co-fundador y CEO de ZTZ Tech Group
