Bajo el liderazgo de la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), cuyo presidente se ha transformado, según una publicación de un vespertino, en el principal lobbista de la plaza, se está intentando que el lucrativo negocio inmobiliario no se tenga que someter a los estatutos legales del sector, luego que las tramitaciones de los permisos sean express para beneplácito y tranquilidad de los inversionistas que hacen trampas.