Distintos especialistas han estimado que la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) puede costar cerca de 11 mil millones de dólares
Ante el nuevo proceso constitucional que estamos viviendo y los grandes desafíos que existen en materia de educación en nuestro país, es un buen momento para reflexionar sobre las mejores fórmulas para abordar, con mínimos comunes, la falta de proyectos liderados por el Ejecutivo que busquen focalizar recursos y esfuerzos en la educación superior técnico profesional.
Hace dos semanas se conocieron los resultados de la primera Prueba de Acceso a la Educación Superior, y es importante recordar a quienes quieran optar por la enseñanza técnico profesional, que esta prueba no es un requisito.
Flexibilidad de horarios y formatos, altos niveles de empleabilidad, y contenidos más cortos y muy orientados al mundo laboral, son características que hoy hacen que 500 mil personas hayan optado por la educación técnico profesional en Chile, siendo la enseñanza online una gran impulsora de este tipo de estudios.
Avanzar hacia el desarrollo y a una mayor equidad social requiere entender estas diferencias, para ofrecer mejores y diversas alternativas a los estudiantes.
Cuando el debate público del comienzo a clases se centra en la controversia de la vuelta presencial, no podemos dejar de reconocer cuánto nos enseñó la pandemia sobre las posibilidades que tiene la educación.
El futuro ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, conoce desde adentro el sistema educacional en Chile, ha participado en equipos que apoyan su desarrollo y es consciente de las brechas de acceso que actualmente existen en esta materia.
En las últimas semanas, la preocupación por temas económicos, pensiones y elecciones presidenciales se han tomado la prensa nacional, dejando de lado un tema no menos relevante: la libertad en la educación.