Primero, es fundamental entender que la Ley de Teletrabajo de 2020 permitió que ciertos trabajadores, bajo acuerdos específicos, pudieran quedar excluidos de la limitación de jornada de trabajo, asumiendo que no se ejerciera sobre ellos una supervisión directa y constante característica de labores que se desarrollan desde sus domicilios.
Aclaración de la Dirección del Trabajo, en cuanto a que no es posible ajustar la jornada laboral vía menos minutos por día durante la semana, generó inquietud en la industria: “Una incertidumbre más en un escenario de muchas incertezas, que genera desconfianzas y que no nos permite proyectarnos a largo plazo”, sostuvo el presidente del gremio, Fernando García.
De acuerdo a datos recopilados por CLOSE-UP y Defontana, la gran mayoría de los trabajadores considera que la nueva normativa contribuirá a mejorar su calidad de vida.
Pese a que la nueva norma implicará revisar contratos y capacitar a los colaboradores para que desarrollen nuevas competencias, la flexibilidad que ofrece tiene sus ventajas.
La iniciativa contempla una implementación gradual con cinco años como tope máximo y distintas modalidades, como la posibilidad de establecer cuatro días de trabajo y tres de descanso.
El presidente del gremio, Dante Arrigoni, señaló que la norma que finalmente se aprobó “sin duda que es mucho mejor a la iniciativa planteada originalmente. El factor de gradualidad para poder prepararnos al nuevo ajuste, y que era un tema que nos preocupaba, felizmente fue acogido, y es así que tendremos el tiempo necesario para adaptarnos”, sostuvo.