La certificación obtenida por los hospitales Sótero del Río y Padre Hurtado significa que cumplen con altos estándares de calidad en los ámbitos de funcionamiento, protocolos, equipos humanos, y resultados de funcionalidad y morbi-mortalidad de los pacientes con ACV.
Los ataques cerebrovasculares (ACV) son un problema de salud pública de enormes consecuencias para los afectados y sus familias.