En Chile, cerca del 40% de los emprendimientos femeninos nacen por necesidad (GEM, 2023). No por ambición de crecer, no por sueños de grandes empresas, sino por la urgencia de sobrevivir y proteger a los suyos. Mujeres que convierten una cocina en una panadería artesanal, un pequeño rincón en un taller de costura o un puesto en la feria en el sustento de toda una familia.