La guerra comercial entre EEUU y China, junto con una subida de los tasas de interés y el fortalecimiento del dólar, está empezando a afectar a los mercados emergentes, dijo la directora Christine Lagarde.
Lo paradojalmente “justo” de una guerra comercial es que todos, todos los consumidores de los países, se verán empobrecidos a costa de las ganancias de los productores locales. Una muestra más de que los nacionalismos no benefician al pueblo, sino a unos pocos.