La firma indicó que "acogerse a este proceso fue necesario debido al impacto imprevisible de la pandemia COVID-19, que ha provocado una disminución del 90% del tráfico mundial de pasajeros y se espera que reduzca los ingresos de la industria en todo el mundo en 314.000 mil millones de dólares, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA)."
Los vuelos AV240 y AV241, Bogotá-Santiago de Chile-Bogotá, ahora serán servidos en Boeing 787, agregando así 130 sillas por vuelo; un 108% más de capacidad. Este cambio de avión será a partir del 01 de julio.
El holding colombiano se desmarca del caso, que podría dejar en tierra a 77.000 pasajeros, apunta el diario español El País.
Estas cifras están soportadas en los resultados de las rutas internacionales, especialmente hacia Norteamérica donde se presentaron nuevos vuelos e incrementos de frecuencias desde los HUBs de San Salvador y Bogotá, indicó la compañía.
De acuerdo a la compañía, la situación no es consecuencia del paro de pilotos del año anterior sino de una falla en una aplicación que debía informar a los pilotos los vuelos programados. Los retrasos y cancelaciones han estado a la orden del día para numerosos vuelos nacionales y algunos internacionales