Osvaldo Artaza Barrios



Osvaldo Artaza Barrios

El Día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril, recuerda la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Durante esta jornada, se destacan temas importantes relacionados con la sanidad global y se promueven acciones para mejorar el bienestar de las personas en todo el mundo.

En salud, la artificial (IA) puede contribuir a la toma de decisiones en la atención clínica y poblacional, apoyar la generación e interpretación de datos sanitarios complejos para la gestión de procesos asistenciales, el diseño de políticas, la conducción de crisis sanitarias, en facilitar el acceso igualitario a una atención oportuna acercando los servicios al hábitat de las personas y potenciando las capacidades de los profesionales de la salud y, en mejorar el acceso a la información a las personas favoreciendo un ejercicio más democrático del poder en el área.

Al generar escenarios, desarrollar e integrar casos de estudio junto a situaciones y datos clínicos reales, los estudiantes pueden obtener resultados de aprendizaje de gran calidad, no sólo para decisiones y prácticas asistenciales, sino también en los ámbitos del desarrollo de habilidades de comunicación, toma de decisiones éticas y trabajo en equipo, aspectos cruciales en la atención en salud.


A estas alturas, es evidente la urgencia de aprobar la ley corta en trámite en el senado y que su aprobación no es suficiente para resolver las urgencias del corto plazo en salud.

La Comisión Técnica Asesora para la Comisión de Salud del Senado finalmente evacuó su esperado informe. El encargo ya anticipaba una “misión imposible”: lograr cumplir con los fallos de la Corte Suprema, responder de alguna forma a las expectativas de los afiliados al sistema de que se le devolverían dineros mal cobrados, y al mismo tiempo impedir el desplome masivo de las isapres.

Estamos a días de comenzar un nuevo proceso constituyente, el que dadas sus características, requiere de altos consensos para lograr incorporar normas, lo que pone incluso en duda que pudiere concordarse alguna en el ámbito de la salud.

Mucho se ha escrito sobre la crisis de las isapres, pero no tanto sobre cómo resolver el problema. Justamente allí reside su complejidad, ya que han sido los tribunales, tanto el constitucional como los de justicia, quienes de modo persistente han ido presionando para que el poder legislativo de una vez por todas tome cartas en el asunto y legisle para resolver las graves fallas del sistema.

El próximo gobierno será, sí o sí, un gobierno de emergencia en salud. Cerca de dos millones de personas están esperando por una consulta de especialidad. Una lista de espera quirúrgica jamás vista, en que el tiempo promedio para acceder a una cirugía está ya casi en los 2 años.