MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) - Naciones Unidas ha denunciado este martes la "cada vez más insoportable situación" de los civiles en Ucrania, casi cuatro años después de la invasión rusa, lanzada en febrero de 2022 por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a pesar de las negociaciones de paz en curso.
"Estos días, la cobertura mediática internacional se centra sobre todo en los esfuerzos de paz de alto perfil, mientras que el sufrimiento diario de la gente en todo el país se desvanece. Sin embargo, la situación de los civiles ucranianos se ha deteriorado aún más", ha declarado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk.
En este sentido, ha indicado que a pesar de los esfuerzos diplomáticos "la guerra se intensifica, causando más muertes, daños y destrucción", advirtiendo de que las bajas civiles entre junio y noviembre han aumentado un 24 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior.
La gran mayoría de los civiles muertos y heridos a lo largo de este año se encontraban en territorio controlado por Ucrania, y más del 60 por ciento estaban cerca de la línea del frente. De estas últimas, cerca de la mitad tenían más de 60 años. Las cifras proporcionadas por Moscú --que la ONU no ha podido verificar-- apuntan a 146 civiles muertos y 1.150 heridos durante este periodo en su territorio.
"La imagen que emerge es muy inquietante", ha manifestado, tras sostener que las Fuerzas Armadas rusas han intensificado el uso de misiles de largo alcance y drones en primera línea y zonas urbanas: "Esta escalada es una pesadilla interminable para el pueblo ucraniano", ha agregado.
Así, ha manifestado que "se están produciendo ataques en todo el país, incluso en zonas del oeste, alejadas del frente, que anteriormente no se habían visto afectadas por los combates". "Ninguna zona del país está a salvo", ha concluido durante su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
De hecho, ha recordado el ataque ruso contra edificios residenciales en Ternópil (oeste) que se saldaron con cerca de 40 muertos y un centenar de heridos, en el ataque más mortífero en la zona occidental de Ucrania desde el inicio de la guerra.
Turk ha hecho hincapié también en que los ataques a la infraestructura energética "persisten" en Ucrania, dejando a la población sin calefacción, agua ni transporte público durante largos periodos. Todo ello tiene lugar de cara al invierno, de forma que "cada corte de electricidad se convierte en una experiencia fría y aterradora para las familias, las personas mayores y aquellas con discapacidades".
"Me gustaría arrojar luz sobre la angustia de los civiles en las comunidades de primera línea, mientras las Fuerzas Armadas rusas avanzan", ha dicho, antes de mencionar el uso de drones de corto alcance que atacan a personas en vehículos y que han matado a unos 300 civiles durante el mencionado periodo.
Además, las bombas aéreas y otras municiones han dañado o destruido edificios residenciales, hospitales y escuelas, y han provocado más desplazamientos. Mientras, las hostilidades "impiden" que las ambulancias lleguen a las personas con necesidades en algunas regiones en primera línea, por lo que "los trabajadores humanitarios arriesgan sus vidas para ayudar".
Con todo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha lamentado que "una vez más los vulnerables --incluidos aquellos a quienes les resulta difícil o imposible mudarse de sus hogares-- son los que soportan el peso de la guerra.
PRISIONEROS DE GUERRA
Por otro lado, ha documentado la ejecución extrajudicial de 96 prisioneros de guerra ucranianos y personas que estaban fuera de combate. Pero desde mediados de noviembre su oficina ha registrado un aumento de las ejecuciones de militares ucranianos. Asimismo, su equipo ha registrado cuatro ejecuciones de prisioneros de guerra rusos por parte del Ejército de Ucrania.
Turk ha recordado que siguen documentando la tortura y malos tratos sistemáticos y generalizados de prisioneros de guerra ucranianos detenidos, y ha alertado de que en los territorios ocupados por Rusia (en el este de Ucrania) sus investigaciones apuntan a "restricciones más estrictas a la libertad de movimiento, expresión y religión".
Por último, ha instado "nuevamente" a Moscú a "poner fin a la guerra, respetar el Derecho Internacional y proteger a la población civil", mientras que ha exigido a Kiev a proteger a los prisioneros de guerra de la tortura y los malos tratos. "Los autores de todas las violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional deben rendir cuentas", ha recordado.