La reciente propuesta de distribución de la cotización presenta una serie de aspectos que requieren ser revisados antes de avanzar en su debate.
En primer lugar, agrega una nueva capa de complejidad en el sistema de solidaridad, al incorporar una fórmula con componentes permanentes y transitorios. Esta dualidad podría dificultar la administración de los recursos y aumentar la opacidad del sistema para los afiliados, haciendo complejo el cálculo del aporte final que cada trabajador recibirá como beneficio en su pensión. Es crucial abordar este aspecto para fortalecer la comprensión y transparencia del sistema.
Por otro lado, en cuanto al "préstamo del 2%" propuesto para financiar solidaridad, sorprende que la tasa de interés para el reembolso de los aportes se ubique entre el 2% y el 3%, por debajo de los rendimientos reales históricos de los fondos de pensiones, que oscilan entre el 2,77% y el 5,31%. Esta discrepancia podría resultar en una pérdida de rentabilidad para los afiliados, afectando negativamente sus pensiones futuras y asumiendo riesgos vinculados a futuras modificaciones a la norma que fije la tasa de retorno.
Finalmente, el mecanismo "permanente" que utiliza un 1% adicional para reducir brechas de género, aunque es un avance positivo, requiere una revisión más detallada. El Informe de la Comisión Técnica (julio 2024) indica que una cotización del 0,6% a 0,7% sería suficiente, lo que sugiere que la propuesta actual podría ser excesiva. Además, la regulación debería ser adaptable a cambios en el mercado laboral, la demografía y futuras reformas, lo que hace necesario revisar el carácter permanente de esta cotización.
Miguel Pelayo Serna
Abogado Senior
Arteaga Gorziglia Abogados