​Mujeres en minería: trabajo duro, compromiso y convicción

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Roxana Uribe A

A estas alturas del desarrollo- la inclusión laboral de la mujer no debiera ser tema, sino obedecer a la naturalidad y al derecho de las personas a trabajar. Hombres y mujeres tienen el derecho de trabajar en lo que deseen y en lo que le permitan sus competencias personales y técnicas, es decir, las oportunidades deben ser para ambos por igual.


Por supuesto, hemos avanzado en la inclusión de la mujer en la industria minera en Chile, si nos remontamos a los años ochenta, donde encontrar una ingeniera en la operación era muy especial. Había mujeres en las áreas administrativas, pero muy pocas en las áreas técnicas y operativas. Entonces, era muy común que todos te preguntaran: ¿Cómo se te ocurrió estudiar metalurgia?


A pesar de los avances tecnológicos el trabajo en la minería sigue siendo duro, especialmente, en las faenas que están a gran altura geográfica. Hay que estar dispuesto a sacrificar en gran medida la calidad de vida, pero así y todo hay mujeres que lo hacen y eso es lo importante que hayan tenido la oportunidad de elegir y que las nuevas generaciones tengan más oportunidades de elegir.


De este modo, la presencia de las mujeres laborando en esta industria, tan importante para nuestra economía a nivel país, seguirá creciendo. Ojalá, realmente seamos más en todos los cargos, no solo en los administrativos y operativos, sino que también en la alta dirección de las empresas. Pero, que no sea por cuoteo, sino porque realmente como sociedad y como grupos directivos estemos convencidos de lo que podemos aportar las mujeres al desarrollo de las compañías mineras.


En la actualidad, el porcentaje de participación laboral femenina en la minería es muy bajo (menor al 10% aprox). No obstante, hay que tener en cuenta que el porcentaje de mujeres ingenieros que se gradúan también es bajo en nuestro país, pues, no alcanza al 25%. Por consiguiente, las empresas reciben mayor cantidad de postulantes hombres.


Por eso, es importante despertar el interés de las generaciones femeninas jóvenes, por las ciencias y muy especialmente por estudiar ingeniería en cualquiera de las especialidades, para que en el futuro se logre el equilibrio desde el punto inicial.


Sin embargo, es difícil que las oportunidades lleguen solas, hay que buscarlas y una vez que se tienen, trabajar duro, con compromiso y con el convencimiento de que todo es posible.


Roxana Uribe Acuña, 

Presidenta de la Asociación de ingenieros metalúrgicos y profesionales afines de Chile (IMetChile)

europapress