Probamos el monitor 40WP95C de LG: trabajar y jugar a lo grande

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Monitor 40WP95C de LG

Muchas veces me saltan en Instagram vídeos de espacios de trabajo preciosos que algunos usuarios montan en sus casas. No cabe duda de que hace falta tener buen gusto para decorarlos de esa forma, pero un monitor como el 40WP95C de LG hacen la mitad del trabajo con tan solo sacarlo de la caja y ponerlo sobre la mesa del escritorio en su base plateada.



Esa es su carta de presentación y el efecto 'wow' está garantizado. Estamos hablando de 39,7 pulgadas en una pantalla curva con formato 21:9 y una resolución de 5K2K (5120 x 2160), logrando -gracias a estas características- ampliar un 32 por ciento más la superficie útil. He podido probarla durante un mes y os tengo que reconocer que ya no hay marcha atrás.



Más allá de que ahora cualquier pantalla para trabajar se queda pequeña (incluso el doble monitor que uso habitualmente), la calidad del monitor y su capacidad de adaptarse a las diferentes funciones es extraordinaria. Eso lo consigue, en parte, gracias a un sensor que reacciona a la luz, haciendo que la pantalla sea más brillante en entornos luminosos y más oscura en entornos con poca luz, proporcionando un ambiente de trabajo cómodo.



Además, la función 'Live Color Low Blue Light' de LG, con la certificación de pantalla TÜV Rheinland Eyesafe, ayuda a proteger los ojos contra la luz azul al combinar ajustes de hardware y software RGB mientras mantiene unos colores vivos y brillantes. Así la maratón de trabajo y juego no pasa tanta factura a la vista.



DISEÑADO PARA LA MULTITAREA


Una de las grandes ventajas de este monitor es que permite trabajar con un sistema de multifunción que se apoya en su gran tamaño, permitiendo ver distintas ventanas (hasta crear una división en cuatro partes iguales) y tener abiertos distintos programas al mismo tiempo con gran facilidad, ajustándolo a las necesidades de cada momento y tarea.



En concreto, la edición de vídeo en un monitor como este es una bendición, no solo por la calidad en la reproducción de color, sino por la capacidad de configurar la pantalla para tener la línea de tiempo con los cortes de vídeo y audio a la vista sin sacrificar el tamaño del vídeo, lo que permite ejecutar los cambios de una manera más rápida viendo el resultado al instante.



Y con solo cambiar la entrada HDMI desde los botones físicos de la parte inferior del monitor, saltamos del ordenador a la videoconsola para disfrutar de una jornada de 'gaming', ajustando la intensidad del color a HDR para mejorar la experiencia (con el panel Nano IPS, que permite colores constantes a 178 grados de ángulo de visión). No es un monitor 'gaming' propiamente dicho, ya que no permite activar la resolución 4K a 120 Hz de las consolas de última generación, pero cumple con nota.



UNA INSTALACIÓN SENCILLA


Pese a sus dimensiones, una de las cosas que más llaman la atención es lo sencilla que resulta la instalación. Eso es gracias al soporte 'one clic', con un sistema que además permite configurar el monitor en la posición óptima con ajuste de altura (de 110 mm), inclinación (un rango de entre 5 y -20 grados) y giro (de entre -15 y 15 grados).



En lo que respecta a la conectividad, este monitor LG UltraWide ofrece USB 3.0, HDMI y DisplayPort, compatibles con diversos dispositivos, además de una toma Thunderbolt 4, lo que permite la conexión en cadena entre dos monitores, al tiempo que da soporte a la resolución 5K. En definitiva, transferencia de imagen, de datos y carga (hasta 96W) con un solo cable.



El monitor integra dos altavoces de 10W para poder reproducir contenidos audiovisuales al completo y con la mejor calidad. Cumplen para el día a día, pero es recomendable conectar unos buenos cascos (ya sea por bluetooth o por la toma de auriculares de 3,5 mm) si la tarea a realizar requiere de un mejor control del sonido.



A modo de resumen, podría decir que con este monitor y cuatro detalles más he montado uno de esos estudios tan chulos que veía en Instagram. La forma de trabajar cambia por completo, pero a los dos días te acostumbras y ya cuesta echar la vista atrás. Este monitor es todo un 'tope de gama' y su precio lo refleja: unos 1.600 euros. Si no queréis gastaros ese dinero (o similar) no lo probéis y así evitaréis la tentación.




europapress