Con la llegada del Black Friday para algunos se vislumbra una multiplicación de solicitudes, pero otras empresas podrían transformarlo en lealtad porque cuando algún cliente tiene problemas lo único que quiere es resolverlo rápidamente
Aunque muchas personas utilizan Facebook, Instagram y WhatsApp para entretenerse, la realidad es que la caída recientemente de estos tres servicios representó la imposibilidad de comunicación de los negocios con sus clientes.
Luego de 10 minutos en una llamada, el cliente con una duda o queja por sus compras recibidas por el Cyber Monday, ya pasó por el saludo grabado invitándolo a visitar el sitio web; opción de promociones, música de ascensor que se repite con incansable desesperación; más una nueva grabación que menciona “todos los representantes en estos momentos están ocupados”, y que finalmente se deriva a una llamada con un operador que muchas veces no tiene las herramientas para solucionar el problema, es sin duda un mal escenario.
No hace mucho, la lealtad en el servicio al cliente era bastante simple, tanto en significado como en método. ¿Gran marca? Esto solo inspirará lealtad. ¿Programa de recompensas sólido? Eso mantendrá a tus clientes cerca.
La pandemia y sus respectivas restricciones de movimiento produjeron transformaciones radicales, que se convirtieron en nuevos hábitos en la forma de vivir. Desde cómo se conectan, trabajan hasta cómo se comunican y consumen.
Previo a la pandemia, ya existían compañías que estaban en proceso de transformación digital. No obstante, la gran mayoría ni siquiera se lo había planteado. Definitivamente las cuarentenas empujaron a las empresas a acelerar el proceso y una vez que partió el trabajo remoto, impactó la cultura laboral y las formas de hacer las cosas. Estar desconectados físicamente se convirtió en un desafío diario que significaba hacer el trabajo con un equipo no presencial.