El país observa su peor desempeño en casi una década, lastrada por una caída del 30% en el valor de la lira debido a las preocupaciones en torno a una disputa diplomática con EE.UU. y la independencia del banco central ante la presión del Presidente Erdogan para reducir los costos de los préstamos.
Las relaciones entre los dos aliados de la OTAN han sido tensas por el apoyo de EEUU a la milicia kurda YPG, vista por Turquía como una extensión del PKK, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, que lleva décadas de insurgencia en suelo turco, informa este lunes la agencia internacional de noticias Reuters.