Uno de los elementos esenciales del fallo, es que los requirentes señalaban que, a pesar que SCA no vendiera directamente papel higiénico a consumidores finales, sino que solo a supermercados y otros canales, debiera haber sido igualmente calificada proveedora para la aplicación de la Ley de Protección a los Consumidores (LPC), lo que fue rechazado por la Corte.