Expertos señalan que los usuarios continúan utilizando credenciales inseguras y fáciles de adivinar lo que pone en riesgo la información y genera plagios tanto de datos personales como corporativos.
Según los datos de Kaspersky, la cifra de usuarios afectados pasó de menos de 600.000 en el primer semestre de 2018 a más de 940.000 en el mismo período de 2019.