En la práctica clínica, es fundamental la presencia de un médico nuclear con dedicación presencial y permanente, acompañado por tecnólogos médicos con la formación adecuada. Además, cada centro debe mantener un estricto control de calidad de sus equipos, siguiendo las normativas oficiales, como la “Norma Técnica de Medicina Nuclear” que el Ministerio de Salud emitió hace un año.